Dos

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⚠️ Esta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

                     
El primer día de clases fué un éxito. Emilio se burló de unos betas que se tropezaron en la cafetería y lo hizo notar. Soltó unas carcajadas tan fuertes que contagió a media cafetería.

                     
Eduardo lo observó avergonzado, Leidy ( la otra alfa del grupo) se unió a él y Elizabeth (su omega) se rió con disimulo, a ésta pareja le pusieron el shipp LEIDELY.

                     
- Eres una mierda, Emilio. - Niko le dirigió una mirada irritada - Sólo se tropezaron.- eso desencadenó otras risotadas por parte del rizado.

     

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Cuándo el descanso terminó y Emilio y su grupo regresaron a sus respectivas clases, todo el mundo los observó en silencio al salir. Algunos omegas, embelesados por la leve esencia que el rizado dejaba tras de sí.

                     
Era extraño ser un alfa y tener el aroma de Emilio. Tan varonil y ¿delicado? a la vez. Tan imponente y terrorífico, pero al mismo tiempo relajante y suave. Sin duda hacía que los pobres omegas temblaran y cerraran los ojos por inercia.

                     
Y es que, Emilio era todo un caso. Su padre, Juan, le había enseñado desde pequeño a controlarse y mostrarse siempre tranquilo, inalcanzable y siempre superior a todos. Aunque en realidad, Emilio Osorio era un alfa alegre, le gustaba bromear y jugar pesado, las fiestas eran su especialidad y tontear con sus amigos era su trabajo; era un hijo de puta en su máximo esplendor y le divertía demasiado molestar a los demás.

                     
- Osorio. - el profesor de Análisis y Diseño (El Calvo) bufó al verlo.

                     
Emilio, sonrió con diversión con un brillo en los ojos, se paró enfrente del escritorio del beta y tomó una pluma, observando las iniciales de la Universidad, con fingido interés, luego la dejó caer en el escritorio.

                     
- Deivid. Cada vez te brilla más la calva. - se paró de puntitas y sacó sus colmillos (algo que Emilio había descubierto era que podía hacerlo cuándo quisiera, cosa que no era muy común en alfas) y los lamió, pretendiendo que veía su reflejo en la cabeza de su profesor.

                     
Aquella acción aterrorizó al beta. Había visto colmillos 2 veces en su vida, y todas igual de aterradoras. Se sintió impotente al ser intimidado por un estudiante, en especial un niñato cómo Emilio. Con el coraje que pudo reunir, le hizo una seña con la mano de que se fuera a su lugar y el chico, después de sonreír con triunfo, se sentó al fondo con sus amigos.

Fire On Fire // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora