Quince

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⚠️ Ésta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

SEGUNDA PARTE:

Mi madre dijo que soy muy romántico.
Ella dijo: 'Estás bailando en el cine'.
Casi empecé a creerle, entonces te vi y supe.
Tal vez sea porque me hice un poco más viejo; tal vez es todo lo que he pasado.
Me gustaría pensar que así es como te apoyas en mi hombro. Y como me veo contigo.


Emilio descubrió que todo lo que su padre le había enseñado sobre mantener el control y verse impasible en todo momento, Joaquín lo derrumbó con una sonrisa. Y aunque el omega no se diera cuenta aún, el alfa ya estaba comiendo de la palma de su mano. Observó al chico en la linea para subir a la rueda de la fortuna y se maravilló con la belleza de éste. Tenía un pequeño lunar en las comisuras de la boca del lado izquierdo y su Alfa decidió que era su nueva cosa favorita.

Y más abajo, aquella vena pulsando en el cuello, en dónde la mordida debe ir. Y si se permite bajar más la mirada, están las malditas clavículas, en dónde puede ver la sombra de un tatuaje, ó varios y oh Dios, eso hacía a Joaquín diez mil veces más atractivo.

— ¿Qué tanto me ves?

Eres hermoso.

— ¿Huh?

Alguna fuerza muy poderosa debe de estar a su favor, porque justo en ese momento, el encargado de la atracción los llamó y les hizo subir al carro. Se sentía tan estúpido por no poder hacer un simple cumplido y de nuevo la voz de su padre se filtró en sus pensamientos: "Eres débil, Emilio". Se pasó una mano por la cara y suspiró. Joaquín debió escucharlo porque lo volteó a ver con una gran interrogante imaginaria pintada en el rostro.

— ¿Qué pasa? — preguntó al mismo tiempo que la atracción se puso en movimiento.

Mi padre me atormenta, quiso decir. Sin embargo, lo mejor que pudo hacer fué poner una sonrisa falsa y decir "Nada" de la forma más seca posible.

— Lo siento, lo siento, yo - mi cabeza... no tiene nada que ver contigo es sólo que... Joaquín soy un desastre y no quiero - no puedo permitir que me veas cómo... cómo alguien - ó algo... No sé - no sé qué estoy diciendo, mierda — apoyó sus brazos en el barandal frente a él y observó el lago y el reflejo de las estrellas en el agua.

1. Respira
2. Cierra los ojos
3. Olvida en dónde estás

Las listas le daban orden en su vida y cierto control que no tuvo cuándo era pequeño, además de que era algo que algún consejero estudiantil (en secundaria) le recomendó hacer cuándo sintiera que su mente se iba hacía lados oscuros y su respiración se aceleraba. Amortiguaban la ansiedad sobre el caos, le daban estructura y satisfacción cuándo eran completadas. Las palabras hirientes de su padre siempre resonaban en su mente y rebotaban en cada esquina de su cabeza.

— Emilio.

El omega formó una fina linea con sus labios y exhaló, cómo preparándose para decir algo. Se acercó a Emilio, sus muslos presionándose juntos y puso una mano en su hombro. Sintió la esencia del Alfa envolverlo lentamente y decidió abrazar al rizado con la suya. Inmediatamente lo sintió destensarse bajo su toque y finalmente sus ojos hicieron contacto.

— Voy a besarte...— escuchó casi cómo al chico se le cortaba la respiración — ¿Ésto está bien? — preguntó al mismo tiempo que ponía una mano en la mejilla del chico, lo vió asentir lentamente y le sonrió con ternura. El castaño finalmente cerró la distancia inclinándose hacía él y besándolo con suavidad, timidez y un deje de nerviosismo.

Fire On Fire // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora