⚠️ Ésta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.
Alan resultó ser un beta encantador. Sonreía dulcemente, escuchaba a Joaquín con atención y lo veía cómo si fuera oro puro "Me resultas fascinante" le había dicho el de ojos azules la noche que salieron a cenar.
— ¿Quieres pasar? — preguntó el castaño en voz baja, grave y seductora.
Alan dió un paso al frente y se adentró al departamento de Joaquín, alzó la botella de vino a medias (del restaurante) que tenía en la mano y se la ofreció.
— Ven — lo tomó de la mano y lo guió hasta un sillón gris. — Traeré 2 copas.
Resulta que Alan y Joaquín tenían un montón de cosas en común, eran tranquilos, disfrutaban del silencio y un buen café, les gustaba leer y ver comedias románticas y las Lays de limón eran sus preferidas.
Ambos contaban chistes malos y muchas veces reían antes de poder terminarlos.
Además era guapo, sonrisa perfecta, cabello hasta las orejas, ojos azules bonitos, abdomen plano marcado, con piernas y brazos fuertes y algo que le llamó demasiado la atención: 0 tatuajes.
Tal vez Alan Del Olmo era alguien con quién podría sentar cabeza.
Se estiró en la cama y sus brazos chocaron con otro cuerpo a su lado, tibio y que respiraba calmado. Joaquín giró la cabeza y observó el perfil del beta, pasó el índice por el rastro de barba y sonrió ante el cosquilleo.
Hacía 1 mes que se habían conocido y ésta no era la primera vez que se acostaban, pero era agradable despertar y ver al guapo ojiazul a su lado.
Se levantó de la cama y se dirigió al baño en dónde se duchó con rapidez, después se secó y se vistió con la ropa que había seleccionado la noche anterior. Luego se desenredó el cabello rizado (ya le llegaba casi a los hombros) y lo peinó hacía atrás con las manos. Se metió de nuevo a su habitación y notó a Alan vistiéndose con gesto dormido.
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Fire On Fire // Adaptación Emiliaco Omegaverse
FanfictionEmilio olfateó el aire, cerrando los ojos y aspirando la esencia dulce que algún omega desprendía. De repente, chocó con alguien. - Muévete imbécil - dijo el castaño, malhumorado y algo brusco. El ojinegro abrió los ojos con sorpresa y sólo cuándo e...