Cinco

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⚠️ Esta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

                             
Cuándo Juan se enoja de verdad, una vena se le salta del cuello, Emilio lo nota.

                             
— No hagan ésto por favor, se los suplico.

                             
— Esa... esa cosa no vá a pisar nunca más ésta casa, no mientras yo viva — apretó los dientes. — Es una aberración.

                             
— Excelentes habilidades parentales — Emilio levantó el dedo pulgar. — Mereces un premio, papá. ¿Qué te parece el título: "Al pedazo de mierda más grande"? Suena bien ¿no?

                             
Su padre se acercó a él con brusquedad, lo acorraló contra el auto, lo tomó por el cuello y estrelló su puño contra el rostro de su hijo.

                             
— Y un reconocimiento al mejor padre, seguro te lo llevas.

                             
Y el caos se desató. Los golpes, quejidos y gruñidos inundaron el ambiente. Niurka lloraba con fuerza y suplicaba que se separaran, Míriam estaba congelada en la entrada de la casa y las gemelas gritaban horrorizadas.

                             
El suelo se manchó de sangre cuándo Emilio calló sobre él, inmóvil, apenas respirando y retorciéndose de dolor. Su Alfa ardía de ira, pero el rizado no era capaz de pararse y continuar.

                             
— Hazlo una vez más, hijo. Siempre terminarás comiendo polvo, ahogándote en tu sangre. Eres débil, muchacho y nunca te olvides quién manda aquí.

                             
— No-no me llames hijo — logró decir, casi ahogándose con su propia sangre y manchando sus dientes de un color rojo intenso.

                             
Juan le dió una última patada y se mostró serio.

                             
— No vuelvas a retarme, hijo — dijo pronunciando aquello último casi con burla.  

                

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Cuándo Emilio llega a los vestidores al día siguiente, vé a todos reunidos y claramente molestos por la tardanza.

                             
— Lo siento — deja sus cosas en una banca y se recarga en una pared, agachando la vista lo más que puede e intentando desaparecer.

Fire On Fire // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora