Cuarenta Y Cuatro - Extra 2

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   Aclaración de La Autora Original

no hago descripciones gráficas, pero creo que emocionalmente éste capítulo es algo pesado para la gente que ha tenido experiencias cercanas con las drogas y pensamientos suicidas.




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Emilio abre la boca y toma aire cómo si fuera la primera vez que lo hiciera. Frunce el ceño y se lame los labios, resecos y agrietados.

¿En dónde mierda está?

Se levanta de lo que asume es el baño de una gasolinera ó una playa, no lo sabe, la nariz no le dá para reconocer nada. Hay un espejo así que se toma del lavabo y enfoca su mirada en el hombre en el reflejo.

Hay sangre seca debajo de su nariz, eso explica el porqué no puede oler nada. Tiene un ojo morado, pero no recuerda cómo se hizo eso. Tiene un poco de acné y eso sí lo puede explicar [1], se lava la cara y finalmente sale del baño público en el que despertó, la cabeza le está reventando, así que se sienta en una banca (así es cómo descubre que está en una playa).

No tiene dinero, ni las llaves de su auto, ni su celular, está perdido totalmente, confundido hasta más no poder.

— Mierda — le sale apenas la voz. Agacha la cabeza y aprieta los ojos, intentando recordar algo. Lo único que se le viene a le mente es el hecho de que trae la misma ropa de hace 3 días.

1. Descubrir en dónde rayos estaba
2. Buscar un teléfono
3. Llamar a Karol, ella iba a cubrirlo.


— ¿Necesitas ayuda? — una voz interrumpe sus pensamientos

Levanta el rostro con rapidez y se encuentra con una chica pelinegra de unos 17 años.

— ¿Qué playa es ésta?

— Brighton — contesta y luego repite: — ¿necesitas ayuda?

— ¿Puedo usar tu celular? — la adolescente asiente y le entrega el celular, se sienta a su lado y observa el mar a la distancia. — ¿Mamá? — dice cuándo le contestan del otro lado de la línea

— ¡Emilio! Cariño, estaba tan preocupada, llamaron del centro y dijeron que te habías ido y... ¿Estás bien, bebé?

El alfa suspira tembloroso y lucha por evitar que las lagrimas salgan de sus ojos.

— Sí — miente.

— Emi, dime en dónde estás, yo misma voy o - o - puedo mandar a un chofer, sólo - por favor, cariño, dime en dónde estás — le ruega, manteniéndose fuerte.

Emilio sabe en el fondo de su mente que Niurka está reprimiendo las ganas de gritarle por salirse de la clínica de rehabilitación, probablemente estaba asustada y confundida, puede escuchar el miedo en su voz y eso termina por romperlo.

Fire On Fire // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora