Fire On Fire // Adaptación Emiliaco Omegaverse

Once

⚠️ Ésta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.

Mis criaturas les quiero comentar que todo lo que esté en cursiva y negrita es lo que el OMEGA Ó ALFA DE J&E DICEN.

Joaquín sintió la mirada de sus compañeros sobre él y de repente se sintió cómo el primer día. Con la excepción de que ahora todos pensaban que Emilio estaba intentando meterse en sus pantalones.

Pasó todo el primer período con el ceño fruncido y refunfuñando. Irradió energía de "qué mierda ves" todo el día y poca gente se le acercó. Todo se empeoró cuándo el señor Daniel les recordó que el proyecto semestral se entregaba el 1 de diciembre (y Joaquín se puso algo gruñón cuándo se dió cuenta que ni siquiera tenía una idea de lo que iba a hacer para llenar el estúpido portafolio).

Salió del salón de clases y se sentó en unas escaleras en dónde casi nadie podía verlo. Sacó un sándwich de su mochila y comenzó a masticarlo con fuerza.

— ¿Qué te hizo el pobre emparedado? — Diego se sentó a su lado y al ver que Joaquín no decía nada continuó hablando — ¿Qué te pasa hoy? Estás más malhumorado que de costumbre ¿tu novio no te ha visitado en un par de días? — se burló.

— Cállate, no es mi novio, ni siquiera estoy seguro de que seamos amigos.— después añadió: —  Sólo es un mal día, mis supresores se terminaron hace 2 días y no hemos podido conseguir.

— Oh, eso lo explica.

— ¿El qué?

— Casi pude olerte desde antes de entrar al edificio... ¿qué piensa Emilio al respecto? Parece que le gusta mucho tu esencia — alzó las cejas esperando una reacción del omega.

— ¿Qué mierda te traes tú con Osorio? Hemos hablado un par de veces y ya quieres casarnos. Ridículo — dijo murmurando aquello último.

— Le gustas, Joaquín. No sé si sea bueno ó malo, pero lo conozco desde que estábamos pequeños y...— hizo una mueca, reconsiderando lo que estaba a punto de decir.

Joaquín frunció el ceño. Diego rara vez se ponía serio.

— Su familia es... extraña. Sus padres se casaron por un contrato y los Osorio se apoderaron de "Deakin's". Juan Osorio es dueño de casi media ciudad, Joaquín, tienes que tener cuidado con Emilio — pausó —. Lo conozco desde hace un tiempo porque nuestros padres fueron a la misma Universidad y eran amigos. Algo pasó entre los papás de Emilio y los míos y... no volvieron a hablarse.

— ¿Sabes qué pasó? — preguntó inclinándose hacía adelante.

— Mi hermano mayor estaba un día jugando videojuegos en casa de los Osorio — comenzó a narrar bajo la atenta mirada de Joaquín.— Tenían 14 años, yo nunca conviví demasiado con Emilio porque él era una generación arriba, pero Meison y él solían pasar mucho tiempo juntos — negó con la cabeza para sí mismo.— Mi hermano fué al baño y Juan entró a la habitación, estaba hecho una furia y comenzó a golpearlo porque había encontrado marihuana en una mochila. Mi hermano por fin salió cuándo escuchó todo el alboroto y vió el momento exacto en el que Juan le rompía la nariz a su hijo.

Joaquín abrió los ojos cómo platos y se tapó la boca con una mano. En su mente, los recuerdos de los golpes en el rostro de Emilio y la espalda "raspada" (que el castaño nunca vió), volaron con rapidez y se presentaron cómo un flash. La información era abrumadora y el omega casi sentía ganas de vomitar.

— Creí que-creí que, tú, de todas las personas, deberías de saberlo.

— ¿Porqué yo? — cuestionó confundido.