⚠️ Ésta historia contiene temas de drogas, el abuso de ellas, violencia familiar y lenguaje homofóbico.AVISO: CONTENIDO EXPLÍCITO 🔥🔥
La mujer en la recepción les dió una tarjeta blanca con el nombre del hotel en el centro y una banda negra en la parte de atrás. Les escribe también el número de la habitación y les desea una buena noche.
En el elevador se siente la tensión y Emilio maldice mentalmente a la mujer que entró con ellos, se bajan en el mismo piso y cuándo ella vé que la pareja se dirigió a la suite presidencial alza una ceja, juzgándolos.
— ¿Qué vé? — prácticamente le ladra Joaquín, ansioso por entrar al cuarto y arrancarle la ropa al alfa
La mujer (una beta) abre los ojos cómo platos y se adentra en su propia habitación. En ese momento, Emilio logró abrir la puerta y enciende las luces.
Había un recibidor con un enorme sillón (quiere cogerse a Joaquín ahí mismo) y 3 puertas más que dan a otros cuartos que el omega planea conocer. Se dirigieron a la habitación más cercana, la cuál resulta ser la principal.
Antes de que Emilio pueda darse cuenta, Joaquín lo tiene contra la pared (el hecho de que ahora sea levemente más alto lo calienta un poco (mucho)).
— Eres mío, alfa.
— Completamente — respondió sin aliento, ama cuándo Joaquín toma el control.
El castaño lo besó bruscamente, disfrutando de los jadeos del mayor contra su boca y desabrochó la camisa que Emilio vestía, pero dejó la corbata y sonríe con travesura cuándo un escenario tentador se desarrolla en su cerebro. Le quita la prenda blanca y la arroja hacía algún lugar.
Lo obliga a sentarse sobre una banca ottoman al pié de la cama, hecha de cuero negro y niega con la cabeza cuándo el alfa extiende sus manos para tocarlo.
— ¿Tan rápido, Emi? — hizo un puchero — Es mi turno de jugar, alfa — se aleja un poco, viendo la pantalla de su celular y buscando algo, camina lo suficiente para que el alfa no lo alcance, pero aún tenga una buena vista de Joaquín. — Disfruta, amor — le pica a algo en su celular y suena música que combinada con la forma en la que el omega lo está viendo, es tortura pura.
Joaquín mece sus caderas al ritmo de la música, eleva una mano hasta su camisa y comienza a desabotonarla con una lentitud dolorosa. Llega hasta el último botón y mueve los hombros de manera circular hasta que el pedazo de tela le cuelga apenas del cuerpo. Se la lanza al alfa con una sonrisa y suelta una risa por lo bajo del aliento cuándo lo escuchó gruñir.
Luego se desabrocha los pantalones, pero no hace nada más al respecto y sigue bailando al compás de Redbone (Emilio realmente quiere matar a Joaquín por hacerle ésto con una canción que nunca podrá escuchar de la misma forma). El omega por fin se deshace de sus pantalones y bajó al suelo hasta que sus rodillas chocaron con la alfombra.
Una mano deambula por su pecho y cuándo el alfa se inclina hacía adelante, el castaño le lanza una mirada de advertencia y suelta un "No-huh". Vuelve a su lugar y observa a Joaquín mover sus dedos hasta la tela de unas bragas de encaje rosa pastel que contrastan con su piel bronceada y... maldita sea, parecía que estaba completamente depilado.
— Joaquín — lo llamó aunque su voz sonó ahogada.
— Calla.
El omega metió una mano dentro de su ropa interior y comenzó a moverla.
— Joaquín, quiero verte, por favor, déjame verte.
El ojimiel soltó un suspiro tembloroso y asintió, se levantó del piso y caminó hasta la cama, se posicionó en el centro, dándole a Emilio una vista perfecta.
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Fire On Fire // Adaptación Emiliaco Omegaverse
Fiksi PenggemarEmilio olfateó el aire, cerrando los ojos y aspirando la esencia dulce que algún omega desprendía. De repente, chocó con alguien. - Muévete imbécil - dijo el castaño, malhumorado y algo brusco. El ojinegro abrió los ojos con sorpresa y sólo cuándo e...