Capítulo 4

13K 1.6K 2.1K
                                    

| Experiencia |

Miraba a mi alrededor intentando memorizar las calles en caso de cualquier emergencia, el viento hacia que mi cabello se fuera hacia atrás, y a la vez colocaba mi piel de gallina al solo tener un vestido puesto.

Íbamos en su motocicleta, al principio reconocía un poco las calles, pero luego ya no tuve idea de donde estábamos. Yo estaba con el casco puesto afirmada del asiento, con las piernas lo más juntas posibles ya que iba con vestido.

Se detuvo cuando entramos a un callejón abierto por los dos lados, estacionando la motocicleta al medio, yo miré alrededor observando las murallas de ladrillo del callejón que estaban por ambos lados, con escaleras hacia las casas que habían aquí, todas tenían mala pinta.

¿Será que Rindou vende droga?

Se bajó de la motocicleta una vez que estuvo estacionada, yo solo lo miraba.

-quédate aquí. -dijo comenzando a caminar dándome la espalda.

Pero de inmediato lo tomé de la manga de la sudadera que llevaba puesta, volteó a verme, viendo su brazo y luego mi rostro sin entender el porqué.

-¿en donde estamos? -pregunté en un tono bajo y algo tímido. Estábamos en un lugar de mala pinta, que claramente no era mi mundo y estaba con un sujeto con mala reputación que no conocía de nada y hace un rato amenazó con venderme diciendo que era broma. Estaba aterrada.

-eso da igual, solo quédate aquí. -movió su brazo de forma brusca soltandose de mi agarre, comenzando a caminar otra vez hacia adelante para salir del callejón.

Me quité el casco de la motocicleta viendo como Rindou se iba del lugar. Miré a mi alrededor, el silencio era espantoso, sentía que en cualquier momento llegarían unos delincuentes a buscarme.

Dejé el casco en la motocicleta y me bajé de ella, acomodando mi vestido y cabello. No tenía mi móvil, ni mis cosas, ni sabía en dónde estaba... esto es peligroso, si llego sana y salva a casa jamás volveré a repetirlo, mis padres siempre me han hablado de secuestros o cualquier tipo de atrocidades que ocurren de esta manera.

Algo angustiada solo miré hacia atrás por donde se había ido Rindou para luego mirar al frente, comenzando a caminar hacia allá botando el aire por mi boca.

Salí del callejón quedándome ahí y mirando hacia ambos sitios, parecía ser una mala zona de Roppongi.

Narrador/a

Rindou se encontraba a unos metros de aquel callejón, acercándose a un pequeño grupo de chicos, los cuales estaban haciendo cosas ilegales en su territorio, y claramente a sus espaldas, a espaldas suya y de su hermano.

Se acercó a un paso calmado con la vista fija en ellos de forma seria, no era tan desalmado o idiota como para llevar a Lissa hasta ahí con él, mucho menos cuando le dijo que era hija del jefe de la policía, aunque... estaba considerando que eso le sería útil. Nada extraño como secuestrarla o usarla base a engaños, esto no era una película.

Los sujetos a penas vieron a Rindou, cambiaron la cara por completo, hasta parecía que se les hubiera helado la sangre al ver al menor de los hermanos Haitani acercarse a ellos. Todos y cada uno de ellos se inclinaron en su presencia.

-señor. -habló uno de ellos, básicamente el que mandaba de aquel grupo- ¿a qué se debe su presencia?

No trabajaban exactamente para los Haitani, ya que ellos mismos habían dicho que un grupo tan insignificante en su zona les era totalmente inútil, por lo mismo tampoco tenían que hacer nada a sus espaldas y todos quedarían en paz, ese era el acuerdo... o aquellos chicos acabarían como el líder de una de las pandillas de Roppongi...

ᴏᴛяᴏ ᴍᴜɴᴅᴏ | 𝐑𝐢𝐧𝐝𝐨𝐮 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora