Capítulo 13

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| Después del reinicio |

Lissa

Miraba fijamente la aburrida pared de color crema situada frente a mí. Los aburridos cuadros, pero también los interesantes libros de la estantería.

La sala de la psicóloga frente a mí era un lugar cómodo, pero yo en cambio no lo estaba. No acostumbro a contarle mis problemas a nadie, y lo que menos quiero es contarle una experiencia traumatica a un extraño. No dudo de su capacidad para ayudarme, pero es un tema del cual no quiero hablar. Todo se volvió borroso en mi mente, y únicamente despierta en mis sueños.

-Lissa. -sentí su voz. Volteé a verla a los ojos directamente- no has dicho nada en los cuarenta y cinco minutos que llevamos aquí.

-sólo estoy aquí porque mi madre ha insistido. -respondí. Aunque en verdad nunca me negué a su propuesta.

-¿y sabes por qué? ¿Sientes que ella tuvo algún motivo para enviarte aquí?

Nuevamente dejé de responder, comenzando a ver mis uñas hechas hace poco en un centro especializado para este tipo de trabajo que adoraba.

-no tienes que hablar si no lo quieres, entiendo que sea difícil confiar en alguien para contar algo que te agobia. -comenzó a decir, no levanté mi cabeza- y gracias por quedarte aquí hasta el final sin haber huido.

No podía huir, me darían un castigo.

-¿le dirá a mi madre que no he querido hablar? -pregunté finalmente.

-sólo le informaré que te has presentado aquí. El resto de lo que quieras decirme es confidencial.

-¿aunque involucre asuntos legales? -susurré.

-lo mejor para enfrentar esa clase de asuntos sería colocar una denuncia correspondiente, ¿no es así?

Solté un gran suspiro. Ni siquiera con ella podría ser cien por ciento honesta, y eso me angustiaba. No quería tener todo ese peso sobre mis hombros yo sola.

Para cuando la sesión terminó, el chófer se encargó de llevarme a casa nuevamente sana y salva. Aunque estar en casa no me daba la misma paz que antes, las cosas estaban tensas entre todos desde lo ocurrido.

Yo intentaba aislarme lo más posible encerrandome en mi habitación y colocando mis auriculares a un máximo volumen, a veces Hyun me hacía compañía, pero también tenía sus ocupaciones.

Al menos algo había cambiado... y no sabía cómo sentirme al respecto.

"Estaba haciendo ejercicio."

"¿Y tú?"

Escribió Rindou.

"Nada"

"Ah."

Me divertía hablando con él.

He querido despejarme de lo ocurrido, sé que hay gente que la puede pasar mucho peor e incluso ha visto muchísimas cosas, pero... yo no soy ni quiero ser esa gente.

Un día como hoy en mi vida, cotidiano y poco interesante en el cual volvía a clases, parecía ser incluso un nuevo comienzo.

Bueno, ya lo es.

En un inicio al conocer al Haitani menor más cercanamente, fue una pesadilla, él era la pesadilla. Ahora no me parece aterrador ni siento miedo con su presencia.

ᴏᴛяᴏ ᴍᴜɴᴅᴏ | 𝐑𝐢𝐧𝐝𝐨𝐮 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢 𝐱 𝐎𝐜 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora