07: Lluvia

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Desde que Heeseung le había besado la mejilla aquel día en el almuerzo, sus pensamientos sobre su mayor no lo abandonaban en ningún momento, era como si en lugar de mudarse a su nuevo apartamento, Heeseung se hubiese mudado permanentemente a su mente.

Nunca se había considerado un mal estudiante, pero los últimos días se sentía incapaz de concentrarse de manera correcta en sus clases.

¿Cómo es que le paso eso en tan solo unos cuantos días de conocerse?

¿Tanto era el poder de los encantos de Lee Heeseung?

Porque podía sentirse como si estuviera bajo un encantamiento.

¿Será que su hyung le había hecho un amarre?

Desechó inmediatamente esa teoría por dos simples razones, la primera, Heeseung no parecía ser ese tipo de chicos y la segunda, no existía ningún motivo para que el mayor si quiera pudiera pensar en hacer algo así.

La maestra frente a él dio por terminada la clase, la última de aquel agotador día.

Se sentía cansado, gracias a sus extraños pensamientos no había podido dormir bien, ya sentía como poco a poco sus defensas iban bajando, no se consideraba alguien frágil, pero no quería descuidar de tal manera su salud.

Cuando atravesó la puerta de su salón para salir de este se encontró con el causante de todo el revoltijo de su mente.

—Jungwon ¿Iremos juntos hasta casa no es así?— otro detalle del caso, era que Heeseung recientemente se había mudado, a ambos les había sorprendido encontrarse en el elevador del edificio, resulta que el mayor ahora vivía en el piso superior del edificio donde él vivía.

—No es como si tuviera más opciones— se encontraba desganado y pasar tiempo con alguien tan enérgico y parlanchín como lo era Heeseung no le causaba la menor ilusión.

Al momento de llegar a la salida del establecimiento ambos se detuvieron, las nubes oscuras decoraban el cielo y podían observar con claridad como de estas mismas caían finas gotas de lluvia.

Su mirada viajó hacia Heeseung, su ropa no era muy abrigadora y si se mojaba era seguro que pasaría frio.

¿Por qué las lluvias en Seúl eran tan repentinas?

Sin detenerse a pensarlo mucho quitó la chaqueta que lo cubría y la puso por sobre las cabezas de ambos, dejando la mayor parte de esta cubriendo a Heeseung.

—¿Qué estás haciendo?— el mayor miró confundido las acciones de Jungwon.

—Tenemos que cubrirnos hasta llegar a la parada de autobuses, solo debemos correr y llegaremos sin mojarnos tanto— Heeseung asintió y ambos corrieron tan rápido como pudieron, después de unos minutos se refugiaron bajo el techo de la parada.

—Jungwon, pero, tu si te mojaste— el hombro derecho de Jungwon estaba empapado y todo de allí para abajo.

—No te preocupes— por otro lado, Heeseung se mantenía casi completamente seco, lo que sirvió para tranquilizar a Jungwon.

El mayor no quiso decir nada, pero podía ver claramente como el delgado cuerpo del contrario tiritaba levemente por el frio, no sabía cómo reaccionar ni que pensar, pero se sentía un tanto culpable por el estado actual de Jungwon.

COLD (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora