41: Salida al parque

153 25 1
                                    

A pesar de que era la segunda vez que estaba frente a la gran casa del señor Yang, sus manos aun temblaban dentro de sus bolsillos, quiso culpar al frio, pero el gran sol que alumbraba el cielo contradecía completamente su vaga excusa.

Con pasos dudosos se posicionó frente a la puerta, acercando lentamente su mano al timbre, avanzando y retrocediendo sin poder decidir el momento más oportuno para lograrlo.

Jungwon ya harto de ver con impaciencia como su mayor permanecía indeciso, presiono el timbre ocasionando que el característico sonido de este resonara por el lugar, sobresaltando a Heeseung.

—Si no lo hacía yo, tú no lo harías nunca— contestó con simpleza, al ver la mirada enojada que le había dado, encogiéndose de hombros para restarle importancia.

La puerta frente a sus ojos fue abierta, dejando ver a Ryujin, con su hermosa sonrisa y su cabello recogido en una coleta alta.

—Yeji estaba muy emocionada de verlos, le diré que ya están aquí ¿Gustan pasar o la esperaran aquí?— Jungwon observó de reojo a su novio antes de contestar.

—Esperaremos aquí si no es molestia— Ryujin asintió antes de volver a ingresar a la casa en busca de la niña.

Heeseung dirigió sus manos a su propia cabellera, jalando de esta sin mucha fuerza, tratando de reducir los nervios que sentía.

Solo cuidaría a una niña.

Una tierna, linda y dulce niñita.

Nada podría salir mal ¿verdad?

Tú puedes.

Tú puedes.

Heeseung...

—Tú puedes— habló en voz alta llamando la atención del chico a su lado, quien levantó una ceja juguetón.

—Sé que podrás hacerlo, no es tan difícil— Heeseung lo miró mal otra vez.

—Claro, para ti es muy fácil decirlo, ya tienes el puesto en la familia asegurado, yo aún tengo que ganarlo— sin darle posibilidades de seguir hablando el menor unió sus labios, dejando a su novio sin palabras y tranquilizándolo con leves caricias en su nuca.

—¡Jungwonie!— la puerta se abrió de un golpe, provocando que se separaran del susto, la niña sin ser consciente de la situación en que se encontraban se lanzó a abrazar al más bajo.

Jungwon abrió mucho sus ojos, girando su cabeza en todas direcciones, tratando de encontrar alguna respuesta para la repentina muestra de afecto, Ryujin que lo observaba todo se aproximó unos pasos, pasando su mano por los cabellos de su pequeña.

—Yeji, será mejor que lo dejes respirar— lo dijo como una clara broma, pero la niña no se lo tomó de esa manera, soltándolo de manera apresurada, el color tomando posesión de su rostro que podría confundirse con un tomate de lo rojo que estaba.

—Lo siento, Wonie, ¿Es cierto que serás mi hermano? ¿Es verdad?— los ojos de la menor estaban brillosos, una sonrisa decoraba sus labios y miraba expectante a Jungwon, esperando una respuesta.

Jungwon lo pensó por unos segundos, su padre estaba en una relación con la madre de la pequeña, por lo que de cierta manera, aunque no compartieran lazos sanguíneos serían como hermanos.

De todas formas, no era algo que le fuera cómodo de hablar, por lo que solo asintió, escuchando el tierno chillido de felicidad que Yeji soltó.

—¡Tengo un hermano! ¡Siempre quise uno de esos! Ahora mis amigas ya no podrán molestarme por ser hija única— siguió diciendo mientras daba saltitos en su lugar.

Heeseung se aproximó sigilosamente a su novio, abrazándolo por la espalda.

—Tienes una hermana menor ahora— susurró, dejando una pequeña risa al final, Heeseung golpeo su estómago con poca fuerza.

—Cierra la boca, es algo que sabíamos que iba a suceder— iba a voltearse para verlo mejor, pero una vez más la menor de todos irrumpió entre ellos.

—Mami dice que tengo que ser buena contigo, porque Wonie te quiere mucho, pero no dejaré que te robes a mi hermanito— al finalizar la oración se cruzó de brazos, con un puchero en los labios, aquella forma de berrinche provocó una sonrisa en Jungwon, le recordaba mucho a cierto chico que estaba tras él.

—Ryujin, ya nos vamos al parque antes de que sea más tarde— Won tomó la mano de la menor mientras se despedían con un movimiento de manos de la madre de esta.

Ryujin los observó desaparecer por la calle, aun algo consternada por lo que había presenciado.

Sabía que no era algo por lo que debía emocionarse, pero, Jungwon había sonreído y eso no había sido lo que más llamó su atención.

—Jungwon... tienes la sonrisa de tu madre.

COLD (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora