33: Felicidades

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Jungwon iba camino a casa, tenía muchas cosas en mente, algunas lo preocupaban y otras lo hacían sentir sumamente avergonzado.

Ese día Jake se había acercado a él al terminar las clases, hablaron un poco sobre Heeseung y pudo conocer a su novio.

Park Sunghoon.

Era realmente guapo y se notaba el amor que se tenían con tan solo mirarlos.

La vergüenza se apoderó de todo su ser, al recordar como celaba a Heeseung por sus torpes inseguridades.

Pero no tan torpes como Jake estando cerca de Sunghoon.

En algún momento creyó que el más alto era genial, pero no fue nada así cuando comenzó a tartamudear y dejar caer cada cosa que tenía en sus manos cuando Hoon rodeó su cintura con sus brazos.

El amor vuelve a las personas torpes.

Quiso reír al caer en cuenta de que tal vez, él se veía de la misma manera cuando estaba con su novio.

Abrió la puerta de su apartamento esperando encontrarse con Heeseung en este, y si lo estaba, solo que no de la manera en que lo pensaba.

Se había quedado dormido en el sofá mientras veía la televisión.

Se acercó unos pasos y al llegar justo frente a él se inclinó al nivel de su oído, acomodando un poco su cabello.

Tomó algo de aire para lo que haría a continuación y...

—¡Despierta!— tubo que apartarse rápidamente, de lo contario la cabeza de Heeseung se hubiese estrellado con la suya por la rapidez con la que este se levantó.

—Jungwon, ¿Por qué eres tan malo conmigo?— dijo con un puchero, una de sus manos cubría el oído lastimado y la otra se encontraba en su pecho tratando de calmar sus acelerados latidos.

—Lo siento, te veías tan tranquilo durmiendo que no me resistí— habló inocentemente.

Heeseung se perdió en su mirada, era tan maravilloso encontrar sus ojos con los contrarios, se levantó y dio un pequeño beso a sus labios.

—Tengo algo que contarte— dijo ayudando al menor a quitarse el bolso de sus hombros.

—Claro— siguió escuchando mientras caminaba hacia la cocina, tenía algo de hambre y creyó haber visto unas galletas en la estantería.

—Conseguí un trabajo— Jungwon detuvo todos sus movimientos para girarse en dirección a su novio, observó con atención cada uno de sus gestos, al parecer lo decía en serio.

—Felicidades— fue todo lo que pudo decir, la razón por la cual buscó empleo era fácil de deducir para él, había estado pensando en aquello todo el día.

Heeseung llegó a abrazarlo por la espalda, calmando sus pensamientos.

Debía tomar aire y relajarse.

Confiaba en que su novio sabría lo que estaba haciendo y si su esfuerzo no era suficiente, lo ayudaría.

Después de dar vueltas y vueltas con el asunto en mente, decidió que él también debería trabajar.

Aunque Heeseung le haya dicho que no fue de esa manera, Jungwon aún se sentía algo responsable por lo que había ocurrido.

No se lo mencionaría a Hee.

Pero esperaba poder contribuir un poco con su novio, debía devolver de alguna manera todo el amor que este le entregaba.

Y creía que esa era una buena idea.

COLD (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora