42: Se parece a ti

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El camino al parque fue corto, la pequeña Yeji iba colgada de la mano derecha de Jungwon, impidiendo cualquier tipo de acercamiento entre él y el otro chico.

Heeseung apretó sus labios en una línea, había sido su idea el cuidar a la niña, pero no contaba con que esta acapararía por completo la atención de su novio y lo harían a un lado.

Tomó algo de distancia de ellos, quedándose algo atrás, analizando la situación, sus labios se curvaron en una sonrisa al notar como Jungwon se detenía y volteaba a verlo.

—¿Qué ocurre? Ya casi llegamos— con un movimiento de su mano, el menor le indicó a Heeseung que se acercará a ellos.

Dio unos pasos en su dirección, tratando de llegar al costado de su novio y pasar por fin algo de tiempo a su lado.

—¡Wonie, apresúrate! Puedo ver el parque desde aquí— la niña aun tomada de la mano de Jungwon comenzó a correr, arrastrando al chico con ella.

Heeseung cruzó sus brazos y dio una patada al suelo, con un pronunciado puchero haciéndose presente en sus labios.

Creía que sería una aliada, pero ahora le parecía más una enemiga.

Arrastrando sus pies ingresó al lugar, buscando con la mirada el rostro de su novio, no tardó mucho en hacerlo, pues este se encontraba sentado en una banca al lado de la zona de juegos.

—¿A dónde fue Yeji?— cuestionó sorprendido al no verla a su lado.

—Fue a jugar, no sabía que le gustaba tanto este lugar— respondió son serenidad, Heeseung asintió antes de sentarse a su lado, manteniendo una reducida distancia.

—¡Mira Wonie, este tobogán es muy alto!— sus miradas se dirigieron a la pequeña Yeji, que estaba en la cima de un gran tobogán y se lanzó por este con emoción, su madre casi nunca tenía tiempo de llevarla a lugares así.

Se mantuvieron unos minutos en silencio, solo observando a la menor correr de un lado a otro, subiendo y bajando de cada juego que encontraba.

—Ella me recuerda a ti— soltó Jungwon, Heeseung salió de su ensoñación siendo consciente de las palabras del contrario, una mueca de desagrado decorando sus facciones.

—¿Por qué dices eso?— sus brazos se cruzaron y su vista volvió a la niña, que caminaba a paso lento en dirección a los columpios, donde otra niña estaba sentada, permaneciendo quieta.

—Es alegre, un poco gruñona, le gusta la atención, hace berrinche cuando las cosas no salen como quiere y es muy efusiva... prácticamente eres tú en miniatura— terminó de decir.

—Eso no es cierto, yo no soy así— su ceño se frunció y Jungwon a su lado acarició suavemente su cabello.

—Pues dile a tu cara, porque creo que ella no se enteró— creyó que con eso Heeseung volvería a la normalidad, pero solo pronunció aún más el puchero en sus labios.

Casi por impulso, se inclinó hacia su novio y dejo un pequeño beso en sus abultados labios, sonriendo al observar como las orejas de Heeseung se teñían de un fuerte rojo al igual que sus mejillas.

—Pues... entonces creo que ella se parece a ti— dijo esta vez señalando a la niña de cabello corto con la que Yeji trataba de entablar una conversación.

Jungwon la analizó con la mirada, la niña permanecía seria, sin moverse y parecía ignorar a toda costa a Yeji, ya que, cuando esta le hablaba, se quedaba cayada y desviaba la vista.

—Creo que si— respondió ausente, perdido en observar como las niñas socializaban, se distrajo en observar su celular, cayendo en cuenta de que por la hora, ya debían volver, si siquiera había notado cuando las horas habían pasado tan rápido— Debemos ir a casa.

—Iré por Yeji— Heeseung se levantó de la banca caminando hacia la menor, que seguía tratando de llamar la atención de la otra pequeña.

Won los vio intercambiar unas cuantas palabras antes de que Yeji fuera hacia él con los brazos cruzados y una expresión de disgusto.

—¿Por qué tenemos que irnos? Quiero seguir hablando con Lía— su ceño fruncido le daba un toque algo cómico a su rostro, Jungwon avanzó hacia ella estrechándola entre sus brazos y luego levantándola.

—Podemos volver otro día, por ahora tenemos que ir a casa, sino tu madre se preocupará y no queremos eso— explicó con calma, la niña relajó sus facciones y pasó sus brazos por los lados del cuello de Won, reposando su cabeza en uno de los hombros de este.

Dando el tema por finalizado comenzaron a caminar, Jungwon mantenía a Yeji en sus brazos, no pesaba demasiado y podía notar que estaba agotada por jugar tanto.

No tardó nada en dormirse, el camino a su casa era corto, pero el cansancio pudo más con ella.

El silencio envolvió a ambos chicos causando extrañeza en el más bajo de ellos.

Observó de reojo a su novio, viéndolo avanzar algo tenso y enfurruñado, parecía un niñito regañado caminando pasos más atrás de él.

—¿Ocurre algo?— preguntó, Heeseung desvió su vista hacia otro lado mordiendo su labio, debatiéndose entre decir lo que lo inquietaba o no.

—Es que... a mí nunca me tratas así— Jungwon tardó un poco en captar el sentido de sus palabras, pero cuando lo hizo dejó salir una suave risa.

—No puedes estar celoso de una niña, peor aún, no puedes sentir celos de mi casi hermanita— Heeseung sintió su rostro calentarse, se sentía avergonzado.

—Mejor sigamos— habló entre dientes, la casa ya era visible para ambos, solo unos pocos metros más y llegarían.

Yeji se removió entre sus brazos acomodándose en otra posición, Jungwon la sintió apretarse a su cuerpo, era diferente... diferente a Heeseung, diferente a Jake, diferente a su padre... tal vez, tener una hermanita no sería algo malo.

COLD (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora