COLD (Adaptación)

35: Llamada

Mordía sus uñas con nerviosismo mientras daba vueltas por su habitación.

—Solo llámalo— alentó Jake, después de su mal entendido habían tenido algunos encuentros y se podría decir que eran amigos.... Esa palabra aún era extraña para él.

Heeseung le había dicho que debía socializar con más personas, pues solo había tenido un amigo en toda su vida y luego se transformó en su novio, por lo que se podría decir que nuevamente había quedado sin ningún amigo.

Jake había descubierto su trabajo cuando apenas llevaba días en él, y le ayudo a ocultarlo de su novio, cubriéndolo de vez en cuando.

Y ahora estaba apoyándolo, había pedido la tarde libre en su trabajo y se encontraba reunido con Jake, necesitaba a alguien más con él si quería llamar a su padre.

Tomando una fuerte respiración marcó su número.

Timbro una vez.

Y otra.

Y otra.

Estaba pensando en colgar cuando una voz grave irrumpió sus pensamientos.

—¿Jungwon?— grave, rasposa y cansada, su voz era tal cual la recordaba, sus rodillas temblaban y sintió que caería, pero entonces sintió la mano de Jake posarse en su hombro, dándole animo de una manera silenciosa.

—Padre yo... tengo que decirte algo— dudó un poco ante sus palabras, temiendo la manera en la que el hombre se las pudiera tomar.

—Que coincidencia, también tengo algo que decirte, pero ahora no tengo tiempo, ve a la cafetería que esta frente a la plaza mañana a medio día— Jungwon quiso refutar cuando la llamada se cortó.

Genial, aún se seguía comportando como si fuera el único que tenía cosas por hacer.

Lanzo su celular sobre la cama pasando las manos sobre su cabello.

—Está bien Jungwon, por lo menos ahora podrás decírselo en persona— ¿era eso tranquilizante? El verlo ¿Era mejor que simplemente contárselo por celular?

Jake notó como las pernas de Yang flaquearon y antes de que pudiera caer al frio suelo, envolvió su cuerpo con sus brazos.

Jungwon correspondió al acto, lo necesitaba, no era como cuando Heeseung lo abrazaba, era diferente, pero le agradaba.

Tal vez, si necesitaba un amigo después de todo.

La puerta de la habitación se abrió con brutalidad haciéndolos separarse de repente, viendo ambos en dirección a la entrada.

—¡¿Qué está pasando aquí Yang Jungwon?! ¡En mi propia casa! ¡Me estas engañando!— el pánico se apoderó de ambos, Jake tomando la iniciativa a acercársele.

—No es lo que crees Heeseung, es tu novio, yo, yo respeto eso, lo sabes— trataba de excusarse, más todas sus palabras fueron interrumpidas por una estruendosa carcajada de Lee.

—Hubieran visto sus caras— dijo tratando de calmar su risa— no es por ofenderte Jae, pero no eres el tipo de Jungwon y confío lo suficiente en él, como para saber que no me engañaría y si lo llegara a hacer me lo diría ¿Verdad amor?— se volteó a ver con ojos de cachorro a su novio.

—Claro— rodó los ojos— no es como si Jake fuese tan guapo.

Después de continuar con su charla Jake recibió una llamada de Sunghoon, por lo que tuvo que despedirse dejar a los dos tortolos solos.

—Iré al baño— Heeseung se levantó de su lugar para dirigirse al baño, Jungwon se acomodó en su cama sintiendo algo incómodo en su espalda.

Al bajar sus manos se encontró con el celular de Jungwon, el cual se iluminó tan pronto como estuvo en sus manos, un nuevo mensaje apareciendo en la pantalla.

No quiso hurgar entre las cosas de su novio, pero fue inevitable para él leer aquellas letras que aparecían en la pantalla.

Yujin

Jungwon, mañana la empresa estará cerrada a causa de una fumigación que se llevará acabo, a si que no tendrás que venir a trabajar.

Su mente dio varias vueltas.

Jungwon...

¿Estaba trabajando?

Pero ¿por qué? Si a él nunca le había faltado nada...

¿No sería por...?

No.

Jungwon no podría estar trabajando para tratar de ayudarlo.

La puerta de la habitación se abrió, el rostro de Won palideciendo aún más al ver su celular en las manos de su novio y la expresión que este tenía.

—Jungwonie ¿Cómo es eso de que estas trabajando?— su ceño se frunció y cruzo sus brazos, siendo por primera vez consiente de lo cansado que se veía su novio los últimos días y no había tomado importancia.

—Yo... Yo... Lo siento— no tenía nada más para agregar, sabía que Hee se enojaria con él si se enteraba.

—No tienes que disculparte, pero no quiero que lo sigas haciendo, ya bastante me has ayudado, no quiero que te sigas esforzando por mi— dijo levantándose para dejar un beso en su sien.

—Está bien... Yo, renunciaré la próxima semana— Heeseung asintió con una sonrisa y dejo un suave beso en sus labios, los últimos días no tenían mucho tiempo para ellos, por lo que atesoraba cada momento a su lado.