27: Celos, allí estaba esa palabra de nuevo

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Frente al espejo se veía miserable, su pómulo hinchado y una serie de hematomas decoraban su cuerpo.

Heeseung no tardaría en llegar y no quería que lo viera de esa manera.

Apagó la luz del baño, la única encendida en su hogar y se tiró sobre su cama.

¿Qué se suponía que debía hacer cuando Heeseung llegara?

¿Actuar como si no hubiese pasado nada?

¿Preguntarle por su extraño comportamiento?

¿Lanzarse a sus brazos y esperar a despertar de ese mal sueño?

Escuchó la puerta abrirse con suavidad, él ya estaba allí.

Podía escuchar sus calmados pasos dirigiéndose a su cuarto, hasta que llegó a él.

—¿Wonie?— el mayor hizo el amague de presionar el interruptor de la luz, pero fue interrumpido por la voz del más pequeño.

—Deja la luz apagada— Heeseung no objetó y solo continuó su camino, hasta sentarse en la cama de su novio, la poca iluminación que se colaba por la cortina ayudaba que pudiera ver un poco de la habitación.

Jungwon contuvo las lágrimas que quisieron salir al verlo allí, frente a él y lo único que hizo fue lanzarse contra él.

Sus brazos se aferraron a su firme torso y sus labios buscaron con rapidez los contrarios, buscando un consuelo que sabía no tardaría en encontrar.

Heeseung era un lugar seguro para él.

El mayor correspondió al contacto algo extrañado, no comprendía el porqué de la urgencia en las acciones de su novio.

Todo pasaba tan rápido para ambos, el beso no tardó en tornarse desesperado y sus manos recorrían a Jungwon de arriba a abajo.

Cuando se separaron en busca de algo de aire, Jungwon comenzó un camino de besos desde su mandíbula hacia su cuello.

Fue allí que supo que algo andaba mal.

Jungwon jamás tomaba la iniciativa en su intimidad, actuaba un perfecto papel de sumiso.

Por lo que no tardó en separarse con una vaga excusa.

—Amor, estoy cansado— Won no sabía cuándo se había terminado de romper, si cuando Heeseung llegó a ese lugar o cuando oyó esas palabras.

Dejó salir una risa amarga antes de posicionarse en el otro extremo de la cama, evitando por completo el contacto ajeno.

—¿Cansado? ¿Cansado de qué? Seguramente de tanto cogerte a Jake— tragó saliva con dificultad, tratando de deshacer el nudo en su garganta.

Heeseung permaneció en silencio, asimilando sus palabras, poco a poco escuchando los sollozos de su novio.

—Amor, ¿de dónde sacaste esa idea?— se acercó a él con precaución, agradeciendo mentalmente cuando el menor no retrocedió ante su tacto.

—Ya nunca estás conmigo, siempre estas con él, dime, todas estas noches que te quedaste en su casa lo hicieron ¿Verdad? Es por eso que ya no quieres hacerlo conmigo— Jungwon apretó sus labios mientras sentía cada vez más mojados sus pómulos.

—Jungwon, yo... eso no tiene sentido, sabes que te amo y no, jamás sería capaz de hacerte algo así, no a ti— tocó sus mejillas tratando de borrar el rastro de lágrimas, pero era imposible hacerlo si estas seguían brotando.

—No te creo, tú, él...— sus palabras se cortaron a la mitad de la frase, sus ojos acostumbrados a la oscuridad buscaron los de Heeseung.

—Solo paso tiempo con él, para terminar pronto los deberes y así poder dedicarme completamente a ti de nuevo, además, Jake tiene novio, y lo ama casi tanto como yo te amo a ti, no debes preocuparte por nada— las palabras de Heeseung lejos de calmarlo solo incrementaron su llanto, pero no por la misma razón.

—Lo siento, lo siento, lo siento...— se sentía avergonzado, destruido, confundido, todo al mismo tiempo, sus emociones eran un tornado dentro de sí mismo que destruía todo a su paso.

—No tienes de que disculparte, es mi culpa— no es cierto, no puede ser cierto, la culpa es mía, mía, yo no debería pensar así sobre él, no cuando me ha confiado todo de sí, pero... no pude evitarlo.

—Lo siento, no puedo manejar lo que siento, me estoy viendo sobrepasado por algo que no termino de comprender, nunca me había pasado esto— Heeseung unió sus labios depositando un pequeño beso en estos, poco a poco comprendiendo la situación.

—Wonie ¿nunca habías sentido celos?— ¿Celos? Allí estaba esa palabra de nuevo.

—No, no lo sé, pero si te refieres a lo que acaba de pasar, pues no— el mayor de ambos sonrió, ¿Cómo era posible que Jungwon le pareciera tierno incluso en un momento como ese?

Una juguetona risa abandonó sus labios cambiando por completo el ambiente tenso que se había formado.

Pequeños y cortos besos invadieron los belfos del menor, arrancándole una sonrisa a este, sorprendiéndolos a ambos.

Aquellos actos ocurrían de repente y amaba cada vez que pasaba, sus escurridizos dedos bajaron por la cintura de su amado, pero se detuvo al oír un sonido que no debía hacerse presente.

Se apresuró a llegar al interruptor mientras escuchaba a Jungwon gritarle que no lo hiciera, sus ojos cambiaron completamente, oscureciéndose al instante al notar el pómulo hinchado y ligeramente colorado de su novio.

Se aproximó hacia su anatomía levantando su camisa sin darle tiempo de resistirse, su seño cada vez más fruncido al ver las marcas violáceas que tenía su piel, resultado su los golpes recibidos horas antes.

—Yang Jungwon, quiero que me respondas y no me mientas ¿Quién demonios te hizo eso?

COLD (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora