37: Mi padre

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—¿Qué fue lo que le hiciste?— Arremetió contra el hombre, importándole poco estar en el centro de las miradas curiosas de los demás, dio un par de pasos adelante tomándolo del cuello de la camisa perfectamente doblada— Te lo volveré a preguntar ¿Qué demonios le hiciste a Jungwon?— la furia en su rostro era perceptible a simple vista, su puño comenzando a levantarse, cuando una mano en su espalda lo detuvo.

—No es nada Seungie, es solo... es mi padre— Lee lo soltó como si sus ropas quemasen, dando rápidos pasos hacia atrás.

¿Qué se suponía que debía hacer?

Era el padre de su novio, y su primera impresión había sido un asco.

Pero ¿Cómo debía actuar? Debía tratarlo como el causante de la mayoría de los complejos de Jungwon o como el hombre a quien debía la existencia del amor de su vida.

Sin preocuparse en disimular su mala cara hizo una reverencia en dirección al mayor, Jungwon tomó su mano preparándose para hablar.

—Él es de quien te hable, padre, él es mi novio Heeseung— el mayor asintió inspeccionándolo con la mirada, para luego sonreír.

—Es un placer conocerte— aunque su inicio fue un poco agresivo le agradó al Yang mayor, no le había importado confrontarlo por su pequeño, eso era un gran punto a favor.

—Padre, yo... sobre lo que me dijiste, creo que... te perdono— dijo inseguro Jungwon, soltándose un poco de la mano de Heeseung para caminar hacia su padre— lo único que quise estos años era saber que te importaba, aunque sea un poco, saber que serías capaz de aceptarme, creía que era muy desafortunado por tener a un padre que no me amaba, pero agradezco que hallas venido hasta aquí— la dificultad en su voz era perceptible pero el mayor de los tres dio otro paso, terminando de acortar la distancia y envolviéndolo en sus brazos, sintiendo como su hombro era mojado por las nuevas lágrimas de su hijo.

—Claro que te amo, siempre lo he hecho y lo siento tanto por no saber comprenderte, me importas y haré lo que sea para que seas feliz, buscaremos ayuda para tu problema, podré ver una hermosa sonrisa en tu cara y solo eso necesitaré para sentirme completo, tendrás un tratamiento y podrás hacer lo que tú quieras...— iba a seguir con su discurso, pero fue interrumpido por una risa ahogada.

—Creo que no lo necesito, padre— dijo despegándose, mostrando una gran sonrisa en su rostro, volvió hacia su novio tomando sus manso otra vez— ya tengo mi tratamiento y es el mejor que he podido tener, avanzamos de a poco, pero los resultados son visibles, me enseña a sentir y expresar cosas distintas todos los días y no podría vivir sin él, mi mejor tratamiento no es uno como tal, si no, una persona, cuyo nombre es Lee Heeseung— sin importarles la situación acercaron sus rostros, uniendo sus labios lentamente, un beso calmado con sabor algo salado, por las lágrimas del menor.

Al separarse intercambiaron miradas acarameladas antes de voltear hacia el padre de Jungwon, este estaba con los brazos cruzados en posición amenazante, dio unos pasos hacia el frente y puso una de sus manos en el hombro de Heeseung.

—Eres un buen chico, Heeseung y gracias por hacer a mi pequeño tan feliz, no te conozco pero si Jungwon es capaz de confiar de esa manera en ti creo que también puedo hacerlo, solo tengo dos peticiones para ti, la primera, así que lo lastimes, tal vez, no estoy en posición de pedírtelo, pero no me gustaría verlo sufrir más de lo que ya lo he hecho... y mi segunda petición es, por favor, no lo apartes de mí, acabo de recuperarlo, no me lo quites de nuevo— ambos jóvenes quedaron consternados por el tono de súplica que utilizó al final.

Heeseung lo miró con determinación y asintió, dándole un apretón de manos.

Jungwon quien solo veía aun con su sonrisa, posó sus brazos por sobre ambos.

—No nos alejaremos padre, es más, desde ahora Heeseung también es parte de la familia.

COLD (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora