COLD (Adaptación)

39: Cena

Ya todos se encontraban sentados alrededor de la mesa, frente a ellos estaban servidos los platos con comida de apariencia deliciosa.

Jungwon y Heeseung estaban sentados uno al lado del otro, a la cabecera de la mesa el padre del menor y justo en frente de ellos estaban la amable mujer de la entrada con la pequeña, que los observaba atentamente.

-Pueden comer chicos, preparé esto especialmente para ustedes- habló la mujer, incitándolos a degustar aquellos platillos que había tardado todo el día en hacer, claro que esto los menores no tendrían por qué saberlo.

Miró con atención como dudosos acercaban parte de la comida a sus bocas, tratando de no perderse ningún detalle de sus rostros al probar.

Los ojos de Heeseung se cerraron al instante en el que el exquisito sabor fue capturado por sus papilas gustativas, apresurándose a llevar otra porción a su boca. Mientras tanto, Jungwon solo comió, su rostro sereno como siempre y sin cambiar, causando un poco de desilusión en la mayor.

-Es lo mejor que he probado- se aventuró a decir Heeseung, dejando de comer por unos instantes, para retomar la calma, no quería parecer un muerto de hambre frente a la familia de su novio.

-Qué bueno que te haya gustado, pero a Jungwon no pareció agradarle mucho ¿Verdad?- Jungwon levantó su vista hasta la fémina frente a él, ¿De donde había sacado aquella idea?

Los engranajes en su cabeza no tardaron en encajar y darle una pista de lo que pudo haber pasado, aclarando un poco su garganta la miró directamente a los ojos con incomodidad.

-Yo tengo un problema, mi rostro no muestra expresiones como los demás, con el tiempo he ido mejorando y ya pudo hacer algunos gestos voluntariamente, pero la gran mayoría siguen siendo involuntarios y no soy capaz de controlarlos, la comida está realmente deliciosa, no era mi intención mostrar lo contrario- la mujer quiso estrellar su mano con fuerza en su cabeza, pero debía mantener la compostura, se sentía tan avergonzada de olvidar el pequeño detalle que Jeongin ya le había mencionado tiempo atrás.

-Oh, yo lo siento, había olvidado eso- mordió su labio con incomodidad y desvió la mirada ¿Qué clase de primera impresión le estaba dando al chico?

-No te preocupes Ryujin, no es un problema, además Jungwon dijo que está mejorando ¿No es eso maravilloso?- por primera vez en lo que llevaban de cena el señor Yang habló, robándose toda la atención de los presentes.

Jungwon se restó a encogerse de hombros y continuar su comida, sumiendo la cena en un nuevo silencio.

La tensión aumentaba a cada minuto y el ambiente comenzaba a tornarse sofocante, para todos, menos para la pequeña niña, quien había visto como nuevamente las manos de los chicos permanecían unidas bajo la mesa.

-Omma ¿Los chicos pueden tomarse de las manos?- inquirió con genuina curiosidad, en las películas que acostumbraba a ver, siempre se tomaban de las manos las chicas con los chicos ¿Por qué ellos también lo hacían?

-Claro que si pequeña, todos pueden tomarse de las manos ¿Por qué lo preguntas?- la pequeña frunció su ceño pro fundamente antes de contestar.

-Porque ellos no han soltado sus manos desde que llegaron- con uno de sus dedos señaló acusadoramente a la pareja, mientras ellos se veían desconcertados.

Ryujin se apresuró a bajar la mano de su pequeña, dándole una suave caricia en su cabeza, no sabiendo que opinar al respecto, el señor Yang observó todo con los ojos entrecerrados antes de hablar.

-Es porque ellos son novios, así que es bastante normal que se la pasen juntos tomados de la mano e intercambiando ADN, cosas de jóvenes- dijo como si nada, los colores no tardaron en subir al rostro de los chicos menores y Ryujin le dio un golpe bajo la mesa por ese último comentario.

-Es como en tus cuentos Yeji, ellos están enamorados- asintiendo levemente dieron el tema por terminado.

Heeseung se arrepentía del momento en el que había aceptado ir, bueno no, bueno si, no lo sabía.

Si no hubiese ido se hubiese perdido de la exquisita comida que le ofrecieron, pero al estar allí ya había tenido más incomodidad de la que toleraba.

Miró por el rabillo del ojo a su novio, sabía que estaba nervioso por la forma en que su mano se envolvía con fuerza en la suya, dejó una suave caricia con uno de sus dedos, tratando de calmarlo, lográndolo casi al instante.

Una sonrisa decoró sus labios, no importa el lugar, siempre sería feliz si Jungwonie estaba en él.

-Así que... Heeseung ¿Cuáles son tus intenciones con mi pequeño?- abrió sus ojos inmensamente al escuchar aquella pregunta.

¿Era aquel momento que había temido que pasara?

¿Estaba entrando en una prueba?

¡¿Qué debía responder?!

¿Por qué las relaciones no vienen con manual de instrucciones?