El día de Heeseung comenzó con normalidad, se despertó, hizo su aseo personal, se vistió y partió rumbo al instituto.
Le extraño un poco no encontrar a Jungwon en el edificio, ni en la parada de autobuses, supuso que se había adelantado.
No era una persona tonta y sabía que aunque fuera amable con él, Jungwon no disfrutaba de la misma manera su compañía.
Desde que conoció a su menor pensó en él como una persona muy inexpresiva, ya que, su rostro permanecía inmutable en todo momento, pero sentía que ya estaba comenzando a leerlo sin necesidad de expresiones.
Sus sonrojos cuando algo lo avergonzaba eran cada vez más comunes y eso lo ponía de buen humor.
Pero lo que más le ayudaba en su tarea de descifrarlo eran sus ojos.
Le gustaban mucho los ojos de Jungwon, eran grandes y expresivos, poseían un brillo inigualable.
No podía resistir a abrazarlo cada vez que lo veía, le encantaba hablar con él, podía ser natural sin temor a ser juzgado.
Sentía que con Jungwon estaba formando un lazo mucho más fuerte que con cualquiera de sus amigos, lo que lograba sorprenderlo, pues, llevaban poco tiempo de conocerse y aún no se han dicho mucho el uno del otro.
Sus solos pensamientos sobre su menor lo mantenían con una sonrisa en su rostro.
A veces se preguntaba si Won también pensaba en él, pero sacaba rápidamente esa idea de su mente, estaba más que claro que su presencia lo fastidiaba.
Sus mejillas se colorearon ante el fugaz pensamiento de Won siendo un poco afectuoso con él, sabía que no era posible, pero le gustaba imaginar el mundo de posibilidades.
Una vez llegó a su instituto vio la hora notando que aún faltaban unos minutos y decidió ir a dar un paseo a el salón de su menor.
Como siempre, llevaba una sonrisa alegre en su rostro, amaba la idea de ir a pasar tiempo con su pequeño amargado.
Pero tan pronto como cruzó la puerta del salón ajeno su sonrisa se borró, habían unos cuantos lugares ocupados por algunos chicos, mas ninguno de ellos era la persona que estaba buscando.
Tal vez no salió antes que él y se le hizo tarde.
Heeseung se encogió de hombros y apoyó su espalda en la pared, estaba dispuesto a esperar a Jungwon hasta la hora que llegara.
Los minutos pasaron y con cada uno de ellos el ceño fruncido de Seung tomaba profundidad, al igual que aquel puchero que tenía en los labios.
Él creía verse intimidante para regañar a Jungwon por la demora, pero quienes pasaban por su lado solo sonreían y suspiraban por la ternura que causaba, con sus delicadas facciones solo parecía un pequeño niño enojado porque su madre no le compró el juguete que quería.
La campana que marcaba el inicio de clases sonó y no tuvo otra salida más que ir a su salón.
Una vez sentado en su banco se le hizo imposible concentrarse en la clase, estaba viendo su celular cada tres minutos, como si eso apresurara el tiempo y pudiese salir más rápido de aquel horrible lugar.
Sus suplicas fueron escuchadas y la y clase llegó a su final después de lo que se sintieron como años para él.
Sus pasos inmediatamente se dirigieron al salón de su Jungwonie, asomó un poco su cabeza y un puchero decoró sus labios nuevamente al notar que su menor no estaba presente.
A paso lento se acercó a una de las chicas que habían allí cerca y tocó con suavidad su brazo, esta al sentir el tacto ajeno se volteó y casi se atraganta con su propia saliva al ver de quien se trataba.
Tratando de recuperar la compostura la chica se paró derecha arreglando su cabello y falda con disimulo, una de sus manos se dirigió a la parte superior de su falda para luego jalarla dejándola aún más corta en un pobre intento de coqueteo.
Una perra.
Heeseung al notar con detalle todas sus acciones pensó que Jungwon la llamaría así, había notado que este mismo no tenía filtro al momento de decir las cosas.
El recuerdo de su pequeño lo hizo sonreír, provocando al instante una sonrisa de superioridad en la chica frente a él, quien pensaba que aquel gesto iba dirigido hacia ella.
—¿Has visto a Yang Jungwon hoy?— la sonrisa de la chica se borró en un instante al reconocer el nombre que salía de la boca del hermoso chico.
—¿Yang? Creo que no asistió a clases el día de hoy, no es como que le ponga atención— la mueca de disgusto que hizo al decir aquello no pasó desapercibida por Heeseung.
—Gracias por decírmelo, Wonie no me avisó que hoy no vendría— los labios de Heeseung estaban presionados en una línea, no le gustaba como se expresaba de su amigo.
—¿Wonie? Tienes que estar bromeando ¿Qué podría hacer un chico tan lindo como tú al lado de un rarito?— ahora si se había pasado, nadie se referiría de esa manera sobre su Won, no lo permitiría.
—Él es mi mejor amigo y estoy con él porque se elegir a las personas que quiero cerca de mí, piénsalo, si eligiera mal a mis amigos lo más probable es que estaría rodeado de personas superficiales y molestas como tú— sin nada más para decir, se retiró del lugar dejando a la ofendida chica con la palabra en la boca.
Que fuera conocido como el chico tierno no querría decir que no tuviera un lado venenoso o que no pudiera defenderse.
—Ahh... ¿Por qué habrá faltado?
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COLD (Adaptación)
FanfictionDonde Jungwon era un chico frío... Y Heeseung la persona más cálida que podría existir. • Adaptación autorizada. • Todos los créditos a vkookshipperforever. Inicio: 24/02/22 Final: 26/07/22