Capítulo 27

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La posibilidad de que no fuera él cruzó mi cabeza, pero en el pueblo no había otro coche como ese. 

—¡Vamos boba!

Rach me sacó de mi ensimismamiento. Le dediqué una sonrisa y salí de la casa. Nos acercamos al coche y vi sus oscuros ojos clavados en mí. Desvió la mirada al frente y esperó a que subiésemos. Rach fue de copiloto y yo me senté atrás en el medio.

—Primoooo

—Hey gritona.

—Esta es mi amiga Lola, Lola mi primo Rudy —dijo dándose la vuelta y mirándome con sus grandes ojos de ciervo. —O como quiere que lo llamen ahora "Chacal"—dijo poniendo los ojos en blanco antes de mirarle en busca de una respuesta a su provocación. 

Rudy no se giró para mirarla, solo vi sus ojos reflejados en el retrovisor, clavados en los míos, sus oscuros ojos sobre los míos.

—Un placer.

—Igualmente —dije aguantando su mirada.

—Aburrido —dijo Rach cruzándose de brazos en el asiento.

—Vine a acompañarlas para cuidarlas no a ser su payaso.

—Ay ya vámonos que me vas a asustar a la chica, Lola tú ni caso. Pongo música.

Rach empezó a trastear con la radio, yo me centré en mirar por la ventana y Rudy en conducir.

Llegamos en quince minutos al lugar. Una casa de dos plantas en medio de la nada, con terraza, vidrieras, alberca... Un jodido palacio lleno de niñatos. No es que yo fuese más que nadie, pero hay cierta inconsciencia, una incapacidad para comprender el mundo que tienen las personas criadas entre algodones, que me pone de los nervios. Pero estaba con Rach, nada me preocupaba. 

Bajamos del coche en cuanto Rudy lo frenó, pero para mi sorpresa se apagó el motor y él también salió. Rach corrió a saludar a sus admiradores, por lo que nos quedamos solos. Vio como le miraba.

—Tranquila solo observo de lejos, alguien tiene que devolverlas ¿no?

No respondí, di media vuelta y comencé a avanzar hacia la casa, sintiendo sus pasos de cerca. 

—Hola chicos —saludo al grupo, son Henry, Peter y Jess, los amigos de Rach.

—Hey Lol ¿y tú por aquí? —me saludó Henry. Era el típico deportista de instituto, alto, atlético pero delgado, tenía el pelo ondulado y castaño al igual que los ojos.

—¿No puedo? —dije con burla y fastidio ¿qué es eso de Lol? No soportaba lo confianzudo que era.

—Claro que sí, solo me sorprende que no tengas que trabajar o estudiar o "dios sabe qué" —dijo inclinándose para acercarse a mí— pero me alegra que estés aquí.

Nunca me había interesado Henry, a pesar de las veces que había mostrado que yo a él sí simplemente no me gustaba su personalidad.

Sentí que miraba por encima de mi hombro y fruncía el ceño.

—¿Y tú eres...?

Me giré para ver la cara de perro de Rudy.

—Es el primo de Rach, nos trajo a la fiesta y nos tiene que llevar de vuelta.

—Ya veo, relájate amigo, tómate algo.

Antes de que Rudy dijese nada, Henry me había puesto la mano en la espalda y estábamos de camino a la casa.

Dentro lo que nos esperaba no era nada del otro mundo, críos emborrachándose y capullos haciendo capulladas. Litronas, atletas boca abajo, gente liándose... lo normal.

Welcome to the block | 《Oscar "Spooky" Diaz》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora