Domingo. Compras. Lo usual.
Esta semana habían cambiado la tienda de conveniencia de siempre, por uno de esos supermercados gigantes con pasillos más grandes que su propio apartamento. La profunda limpieza del apartamento los dejó desabastecidos de múltiples cosas, siendo ese el principal motivo por el cual decidieron visitar una tienda distinta, con mayor variedad y cantidad de productos.
El otro motivo fue que Chifuyu había descubierto que habían sacado un sabor nuevo de sus galletas favoritas, pero exclusivo para esa línea de supermercados; por lo cual, obviamente, no les quedaba más remedio que ir a comprar allí.
Se encontraban atravesando el pasillo de los cafés. Kazutora era el encargado de la lista de compras, mientras Chifuyu empujaba el carrito. Baji se limitaba a seguirlos, en silencio.
En los últimos días, Keisuke había tomado un carácter más frío, menos energético, y eso era raro, porque por lo general Baji solía no callarse nunca. También había comenzado a desaparecer por horas completas, sin decir siquiera a dónde iba. A Kazutora le preocupaba ese cambio tan drástico en la personalidad de su mejor amigo, pero supuso que solo se trataba de una forma que tenía Keisuke de lidiar con su "repentina" relación con Chifuyu. No debía ser sencillo ver a tu mejor amigo salir con la persona que te gusta —o solía gustarte—.
—¿Ya pasamos el pasillo donde está el azúcar? —cuestionó Chifuyu, acercándose al ojiámbar para observar la lista de compras.
—Ahmm... —Kazutora volteo a ambos lados, notando que solamente los rodeaban decenas de bolsas de café—. No estoy seguro...
—Dios... —suspiró el pelinegro, llevándose una mano a la cabeza—. Siento que hemos estado aquí por años.
El pasillo estaba completamente desierto, exceptuando por ellos dos, y una melodía suave, pero tétrica, emanaba de un parlante circular en lo alto del techo blanco que los cubría.
—Yo siento que estamos en una película de terror y que somos los dos últimos sobrevivientes en un apocalipsis zombie. Estamos robando provisiones de un supermercado que fue saqueado casi por completo y de la nada un zombie de 3 metros de altura va a salir y nos va a perseguir.
—Cuanta imaginación.
—¿Qué harías tú en una situación como esa?
—¿Yo? —preguntó, Kazutora asintió—. Probablemente te tiraría sobre mi hombro y echaría a correr.
—Pero... ¿Y las provisiones?
—A la mierda las provisiones, lo importante aquí es salvarnos tú y yo. Aunque, no sé qué tan lejos podría llegar... Eres liviano, pero mi condición física ya no es muy buena.
—Habrá que meternos a un gimnasio —declaró Kazutora—. Nos podríamos ahorrar dinero con un descuento de pareja.
Chifuyu rio, negando suavemente con la cabeza. Empujó el carrito de compras un par de metros más, antes de darse cuenta de que Kazutora ya no lo seguía. —¿Tora? ¿Todo bien?
Kazutora asintió, despacio, como si estuviera procesando algo. Levantó su brazo, mostrando un envase de yogurt de fresa que había llevado todo este tiempo en su mano. —Sí, es... Es solo que... Me acabo de dar cuenta que este yogurt está vencido, iré a cambiarlo por uno bueno.
—Está... Bien —dijo Chifuyu, más en tono de pregunta que de afirmación. Ladeó la cabeza, extrañado, observando como Kazutora daba media vuelta y salía corriendo por el pasillo. Se encogió de hombros, decidido a seguir con las compras. Después de todo, que Kazutora se comportara raro en los supermercados no era algo poco común.
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Ghost of You || KazuFuyu
أدب الهواةKazutora Hanemiya vive una vida relativamente normal. Trabaja en una tienda de mascotas, vive en un bonito apartamento, y tiene la dicha de ver a Chifuyu Matsuno, el hombre del cual está enamorado, a cada momento del día. Tiene la vida con la cual s...