Kazutora Hanemiya vive una vida relativamente normal. Trabaja en una tienda de mascotas, vive en un bonito apartamento, y tiene la dicha de ver a Chifuyu Matsuno, el hombre del cual está enamorado, a cada momento del día. Tiene la vida con la cual s...
⚠ ️ Advertencia ⚠ ️ Este capítulo contiene escenas de índole sexual/NSFW/+18. Leer bajo discreción.
Advertencias Adicionales: Chifuyu!Top/Kazutora!Bottom, Mean!Chifuyu (más o menos), Bondage, Ahorcamiento/Choking, Edging (?), Praise kink, etc...
Enjoy~
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—Tora...
—¿Mhmm...?
—A-aquí no... —gimoteo, aferrándose con una mano al lavamanos y con la otra intentando quitarse a su pareja de encima.
Puede que para Kazutora no fuera algo obvio, pero el baño de la recepción de una boda era, probablemente, no el mejor lugar para hacerlo.
—Quítate, me vas a dejar marcas...
—Me da igual.
—Alguien podría e-entrar...
Kazutora chasqueó la lengua, quitando sus manos de la cintura de Chifuyu y apartando los labios de su cuello. —Ya, perdón...
Chifuyu se arrecostó contra el lavamanos, acomodándose la corbata mientras observaba a Kazutora atándose nuevamente el pelo en una coleta, que en medio de los besos y caricias se había deshecho. Volteo a verse al espejo, inmediatamente notando una mancha rojiza sobre su cuello.
—Idiota, sí me dejaste un chupetón —se quejó, fulminandolo con la mirada—. ¿Cómo lo voy a tapar?
—Ni se nota —dijo Kazutora, encogiéndose de hombros.
—¡Claro que se nota! —exclamó, levantando el cuello de su camisa en un intento de tapar la marca. —Mira, sí, alguien dice algo al respecto, me las vas a pagar...
—¿Pagar? —rio el ojiámbar—. ¿Ah, sí? ¿Cómo?
Chifuyu sonrió con malicia, y justo cuando abrió la boca para responder, la puerta del baño se abrió.
—Los he estado buscando por todos lados —dijo Takemichi, respirando entrecortadamente—, ya Yumi va a tirar el ramo.
Hanagaki en ese momento sintió que había interrumpido algo que no debería. Kazutora asintió y tomó a Chifuyu de la mano, saliendo por la puerta y dejando que Takemichi la cerrara tras de ellos.
—Chifuyu... —la voz del ojiazul captó la atención de la pareja, quienes continuaron caminando—. Tienes algo en el cuello, ¿te picó un mosquito? ¿Te dio alergia la comida?
Kazutora tuvo que taparse la boca con su mano libre para retener las carcajadas que amenazaban con escapar de sus labios. Su otra mano era apretada con fuerza por su novio, quien intentaba responder las preguntas de su amigo sin levantar muchas sospechas.
Oh, pero Chifuyu sabía que más tarde Kazutora no estaría riendo. Más bien, todo lo contrario.
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