29. The Ghost Of You

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"Puedes quedarte hoy en mi casa..."

Fue esa la propuesta que Mitsuya le hizo la fría noche del 5 de junio. Sin embargo, con lo que no contaba Takashi, y ni siquiera el mismo Kazutora, era que ese "hoy" se alargaría a mañana, y pasado... Y así, hasta contar ya poco más de una semana que llevaba Kazutora viviendo de inquilino en la residencia Mitsuya-Shiba.

No es que fuera un parásito, aprovechándose de la hospitalidad de sus amigos, no... Ayudaba en las tareas domésticas, como cocinar y lavar los platos, que era justamente lo que hacía en ese preciso momento.

Tomaba un plato, le ponía jabón, lo enjuagaba. Tomaba una taza, le ponía jabón, la enjuagaba. Tomaba una cuchara, le ponía jabón, la enjuagaba... Una tarea tan aburrida como monótona. Pero no podía quejarse, debía hacer algo para devolver el favor de sus amigos... Y aparte, la monotonía de la acción era comparable a la de su propia vida.

Todo era gris, asquerosamente insípido. Aburrido. Horrible.

No criticaba el gusto en decoración de Mitsuya, pero la estética impecable, en tonos claros, marrones y blanco, le hacía sentir como si estuviera dentro de un manicomio. Y más que relajarle, le ponía en un estado de angustia grave.

Deseaba volver a su hogar. No había nada que quisiera más en el mundo que acurrucarse en el sofá azul marino, en la sala de estar de su hogar; con Nilo ronroneando sobre sus piernas; Baji en el sillón individual, haciendo comentarios estúpidos sobre cualquier cosa que estuviera pasando en la televisión...

... Y Chifuyu, acomodando entre sus brazos, dejando cortos besos en cada rincón de su rostro, y riendo dulcemente cuando se los devolvía.

Kazutora llevó su mano hasta su mejilla, añorando la sensación de los labios de Chifuyu sobre esta, pero, en cambio, sus dedos se toparon con el leve relieve de las heridas cicatrizadas en su piel.

Suspiró, dejando su mano caer.

Realmente los cortes no eran mayor cosa, se había causado lesiones más graves mientras cocinaba junto a Baji. Pero fueron las palabras de Chifuyu, el veneno en su lengua y ojos, lo que realmente cavó un vacío en su pecho.

Pero... sentía que se lo merecía... Merecía cada uno de sus golpes e insultos, aun si sus amigos le repetían hasta el cansancio lo contrario.

Aun si la psiquiatra que Takashi le había conseguido, decía lo contrario.

Estuvo reacio a asistir a la primera cita de psiquiatría, alegando que solo sería una pérdida de dinero para su amigo. Pero tras mucha insistencia de Mitsuya, terminó entrando a la pequeña oficina. Aproximadamente estuvo ahí dentro dos horas y media, explicando con lujo de detalle la historia completa de su vida —exceptuando la parte en donde podía ver y hablar con el fantasma de su mejor amigo muerto, claro está—.

Fue... Terapéutico, en realidad. Terminó la sesión con una receta médica de pastillas para la migraña, consejos para mejorar su autoestima, y una referencia para terapia de pareja; "Tengo un conocido que es muy buen psicólogo de parejas" dijo la médico, escribiendo un nombre y un número en una nota adhesiva. "Si tu novio decide disculparse, y tú perdonarlo, les recomiendo tomar terapia intensiva"

Y sí, no era mala recomendación.

—Buenas tardes, Kazutora —saludó Mitsuya, entrando a la cocina. Acababa de llegar del aeropuerto, donde había dejado a Hakkai, quien iba a participar en otra pasarela de moda en algún país extranjero.

Volteó la cabeza, devolviéndole el saludo con un suave asentimiento antes de seguir en lo suyo.

—Pasé al taller de motos cuando venía de vuelta. Draken estaba ahí, acababa de llegar del hospital —comentó Takashi, sentándose en una de las bancas del desayunador.

Ghost of You || KazuFuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora