Ghost of You || KazuFuyu

01. Romance

Kazutora Hanemiya se encontraba acomodando los productos en los estantes de la tienda para mascotas en la que trabajaba con Chifuyu Matsuno, quien estaba en la sala de descanso devorando alguno de los sandwiches que habían preparado la noche anterior y leyendo informes de ventas.

Kazutora adoraba a su compañero, estaba perdidamente enamorado de él. Chifuyu fue quien estuvo para él luego de salir de prisión, fue quien le dio un trabajo, compañía, y algo a lo cual por primera vez en su vida pudo denominar hogar.

También adoraba su trabajo. No se consideraba malo cuidando mascotas, pero tenía un pequeño problemita al respecto... Era —casi— mortalmente alérgico a los animales. Sus padres nunca lo habían dejado tener un animal de compañía, por lo que descubrió sus alergias hasta un día en el que definitivamente ya no pudo seguir ayudando a Chifuyu a bañar a un perro Komondor. Tuvo que permanecer el resto del día en el cuarto de descanso, aliviando la hinchazón y comezón que invadió todo su cuerpo.

Rio al recordar ese día. No se dio cuenta de lo fuerte que había reído hasta que notó una cabellera negra asomarse por la puerta de la sala de descanso. Con una ceja enarcada, Chifuyu le preguntó si todo se encontraba en orden. Asintió, su rostro adoptando un tono rojo de vergüenza mientras observaba como Chifuyu volvía a la comodidad de la habitación.

—¿Te estás sonrojando por mi novio? —Kazutora pegó un brinco, tocándose el pecho con una mano para asegurarse de que su corazón aún latía. Volteó para encarar a quien le había hablado y le miró con enfado.

—Imbécil, no me asustes así —suspiró, relajando sus facciones—. Aparte, no es tu novio. Nunca lo fue.

—Aún no pierdo la esperanza —dijo su nuevo acompañante—, podría llegar ahora mismo y pedirle que fuera mi novio y-...

—Como si te fuera a escuchar —intervino, rodando los ojos.

—No seas cruel...

—Soy honesto —Kazutora formó una sonrisa ladina y se encogió de hombros, volviendo nuevamente a su labor de acomodar los estantes.

La "honestidad" y la falta de atención no le pareció agradable a la persona junto a él, quien decidió provocar un poco al de ojos ámbares, jodiéndole el trabajo. Tomó una de las latas de comida para gato y la lanzó suavemente al piso, haciendo lo mismo con otras 4 latas. Una acción muy infantil, pero que definitivamente hizo a Hanemiya rabiar.

—Baji, juro por el amor de Dios que te voy a matar —gruñó entre dientes, agachándose para recoger las latas que habían caído al suelo.

—Me gustaría verte intentarlo... Otra vez —se burló el de largo cabello oscuro.

Los ojos de Kazutora se suavizaron, reflejando fugazmente tristeza y culpa. Baji supuso que su broma no había sido de buen gusto. Estuvo a punto de disculparse cuando escuchó pasos acercándose a donde se encontraban.

—Kazutora... —Chifuyu llamó, sonando preocupado—, ¿Qué fue lo que sonó? ¿Estás bien?

El de mechas amarillas asintió. —Todo bien, Chifuyu. Solo se me cayeron un par de latas, nada de qué preocuparte.

Matsuno sonrió, complacido con la respuesta. —Si gustas, ya puedes tomar tu descanso —dijo mientras se amarraba el delantal, antes de partir al almacén para continuar el chequeo de inventario.

—Claro, apenas termine voy.

Apenas Chifuyu estuvo fuera de su vista, Kazutora volteo su mirada a los estantes, dejando un suspiro enamorado salir de sus labios. Pronto se acordó de Baji, quien seguía a su lado y lo observaba con una sonrisa burlona.

—¿Tú que miras? —espetó.

—Nada, nada —respondió Keisuke, con las manos en alto en señal de inocencia—. Pareces colegiala enamorada, es repugnante.

Bufó, sintiendo el calor subir nuevamente por sus mejillas, por vergüenza. —¡Tú sí que eres repugnante! ¡Y molesto, además!

Baji estalló en risa. —Shhhh, no grites... No querrás que venga Fuyu y te vea gritándole al aire, ¿verdad?

No, no quería eso. Realmente no sabría cómo explicarle a Chifuyu toda la situación con Keisuke, no sin terminar en un hospital psiquiátrico en el proceso. Sería sencillo decirle que tenía un don para comunicarse con los muertos... Pero no, solo podía escuchar y ver a, exclusivamente, un fantasma...

... Y ese era el fantasma de Keisuke Baji.