9. Juntos 🦔

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Era media tarde cuando Sonic alcanzó a leer el letrero que velaba "Los Ángeles" y conforme se acercaban al lugar, el aroma salino del mar  impregnaba su nariz. Palmeras altas y hermosas adornaban toda la ciudad.

Humanos y mobians se movían de un lado a otro en trajes de baño o en shorts y blusas cortas. Muy diferente a Green Hills. Que siendo un pueblo pequeño entre bosques tendía a estar más fresco.

En especial en febrero, que el invierno aún no acababa.

Shadow se detuvo en una gasolinera, bajó de la moto y sin quitarse el casco pagó el servicio de gasolina. Después fue con Sonic.

El cobalto estaba alucinando. El sitio era magnífico. No sabía nadar pero el simple aroma a mar le daba unas horribles ganas de lanzarse a la playa.

—¿Cómo te sientes?— preguntó el de betas rojas, captando su atención. —¿Tienes hambre? ¿Sed? ¿Quieres ir al baño?

Sonic negó. Desde que vomitó el aparato que se había tragado, sentía el estómago débil. No tenía esperanzas en que soportará algo sólido aún. Se la había pasado tomando agua y jugos todo el día. —Tal vez sí necesite ir al baño.

Shadow asintió y pensaba volver a cargarlo pero el otro negó.

—Quiero intentarlo.

—¿Mínimo las sientes?

Sonic miró sus piernas y volvió a negar desanimado. —Pero si no las muevo, tal vez nunca quieran despertar.

—Oye— el moreno lo sujetó del casco para que lo viera directo a los ojos. —Corriste por medio país tres días seguidos y después peleaste con todas tus fuerzas contra Eggman. Es normal que tu cuerpo resienta, es un milagro que no se te hayan caído aún.

—¿¡EH!?

Mala elección de palabras. Suspiró y sacudió su cabeza. —Olvida eso, el punto es que, no te hará mal descansar una semana o dos.

—¿¡Una semana!?

—Al menos hasta que puedas volver a sentirlas. Te aseguro que dolerá mucho cuando despierten, prácticamente desgarraste tus músculos.

Sonic quiso llorar pero se contuvo. —Me siento un inútil.

—Ya lo eras desde antes, no te preocupes por eso.

Y soltó una carcajada cuando el cobalto lo empujó irritado.

—Tranquilo faker— le extendió las manos. —No te aseguro nada pero podemos tratar.

Sonic decidido, sujetó al contrario y se deslizó de la moto. Pésima idea porque cayó casi directo al suelo, de no ser porque Shadow lo sostuvo a tiempo. —Soy un peso muerto— se quejó.

—Eres un peso muerto— confirmó el otro y volvió a cargarlo de forma nupcial.

Al llegar al baño, Sonic especificó que sólo sería del uno, pero de igual forma, Shadow tuvo que sostenerlo de los brazos porque los hombres orinaban de pie.

La imagen era surrealista. Dos erizos con cascos puestos, uno cargando al otro. El primero desviando la mirada todo lo que podía. El segundo tratando de apurarse porque la vergüenza se lo estaba comiendo.

Un mobian entró al baño. No se veía específicamente necesitado y justo por esto, tan pronto los vio, regresó sobre su camino. Simplemente no.

Los Ángeles era conocida por ser una ciudad sin vergüenza, no era raro encontrar personas haciendo el ridículo en las calles o mujeres caminando como si nada sin sostén en público. Era la ciudad de los "Artistas". Todo era arte y merecía ser parte de la próxima gran entrega de Hollywood.

My Heart Beats Boom Boom Boom ||SHADONIC||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora