10. Underground

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Amy, Knuckles y Rouge se encontraban en el hospital.

Era horario de visita. Los tres yacían sentados a los lados de la camilla donde reposaba Tails.

Tenía su cabeza vendada, moretones y varios curitas. Seguía en estado de coma y los doctores no sabían cuando iba a despertar.

Así como podría hacerlo mañana, podría hacerlo dentro de cinco años.

Por ahora, el gobierno pagaba los gastos del hospital, pero al mismo tiempo lo mantenían esposado para un interrogatorio después de su despertar.

Era cruel.

Pero no podían llevarles la contraria.

Rouge suspiró en el sofá, su novio yacía acurrucado en su pecho, dormido mientras ella cambiaba canales en la televisión del cuarto. Pasó las noticias, buscaba algún reality show o algo. Los humanos se ponían estúpidos por cosas así y siempre le subía el ánimo.

Pero Amy rápidamente se levantó y le arrebató el control para regresar a las noticias.

La murciélago iba a reclamar, pero la imagen de una explosión y como se incendiaba un estudio de Hollywood la hizo callar.

Eso no era un estudio. -Fueron a la base- murmuró.

-¿Ellos?- preguntó la rosada con sus ojos llenándose de lágrimas. Ante el asentimiento de Rouge, su respiración se agitó. -¿Lograron huir no? D-digo, debieron de... ¿verdad?

-Estarán bien- intentó reconfortar la murciélago.

Knuckles se removió en su pecho, ella acarició su cabeza para calmarlo.

La situación de los tres se iba a volver extraña a partir de mañana. Asistirían a una escuela temporal en San Francisco, en el caso de Knuckles y Amy. Por la tarde la policía volvería a interrogarlos y después visitarían a Tails.

Esa era la segunda noche desde el accidente del laboratorio. Amy seguía sin asimilar bien las cosas. Knuckles estaba cansado, intentaba acallar sus emociones en un profundo sueño. Ella trataba de mantener la compostura y Tails, seguía sin despertar.

-Estarán bien- repitió para sí.

-Estarán bien- repitió para sí

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-Blaze- intentó llamar Silver. La gata estaba dándole la espalda sobre su cama, pasando cosas al azar en su celular sin prestarle atención. Se habían quedado todo el día en el hotel esperando que Sonic y Shadow salieran del cuarto.

Fue tanta la espera que la gata fue a preguntar por los huéspedes y OH SORPRESA. Ya no estaban. Y Silver sonreía como un idiota mientras decía "Ups".

Los habían perdido. Se sentía molesta con su compañero albino, pero más que nada decepcionada. Silver podía ser distraído, pero nunca idiota, no mucho. Tenía la ligera sensación de que los había visto y se guardó la palabra.

My Heart Beats Boom Boom Boom ||SHADONIC||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora