Capítulo 8

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Jungkook compartía la misma opinión que Namjoon: no había punto de comparación, se trataba de una actividad ilícita y no de una simple broma inocente.

Entonces, Jungkook reprendió severamente a Taehyung, considerándolo un inmaduro que se dejaba manipular por Jimin.

Aunque Taehyung ni se inmutó, no sentía remordimiento ni culpabilidad, y tampoco tenía intención de pedir disculpas, ya que no se arrepentía de sus acciones.

—¿Ya terminaste con tu sermón? Tengo clases y me estás haciendo perder el tiempo. —Taehyung fingió mirar la hora en un reloj inexistente y soltó un exagerado bostezo, mostrando su aparente desinterés.

—¿Te estás riendo de mí? —Jungkook preguntó, incrédulo y molesto. —Tae, esto es muy serio. Gong Yoo podría expulsarlos del colegio por esto.

—¡Eso es una mentira! Gong Yoo siempre dice que nos expulsará para asustarnos, pero nunca ha expulsado a nadie, ¡es solo una amenaza vacía! —Protestó Taehyung, contrariado.

—¡Eso no es cierto! Gong Yoo sí expulsó a Juyeon del equipo de hockey hace dos años. —Jungkook le corrigió, para hacerle ver que se equivocaba y que, en efecto, el rector no veía sus acciones como simples bromas. Suavizó su rostro y se acercó a Taehyung, tomándolo suavemente por las mejillas. —Bolita, escucha, ninguna de las bromas en las que me involucro va dirigida a ti y lo sabes. Esto es algo que empezó mucho antes de que tú llegaras.

—¿Esa es tu excusa? —Taehyung lo miró con una ceja alzada, claramente escéptico, y se alejó. —Esto es patético, siempre es lo mismo: haces algo ofensivo contra mis amigos y me hieres indirectamente a mí, pero te escudas diciendo que no es en mi contra. —Protestó, indignado y molesto. —Mejor hazte responsable de tus acciones, tonto. Y te advierto: de ahora en adelante, cada vez que salgan con un chistecito, me aseguraré de que paguen por ello.

—Ve a clases, hablaremos cuando estés más tranquilo. —Jungkook le dijo, sin ganas de iniciar una discusión, y le dio la espalda para indicar que el tema estaba zanjado.

—Insensato. —Susurró Taehyung, apretando las correas de su mochila con fuerza y dando media vuelta con un movimiento brusco, claramente molesto por sentirse ignorado.

Jungkook miró a Taehyung alejarse con un puchero en los labios, sabía que estaba triste o enojado. Sabía que poner a Yoongi por encima de Taehyung era complicado y tonto, pero también necesario, aunque difícil, pero así tenían que ser las cosas.

«No lo entiendes, pero es más fácil así», se dijo Jungkook, tratando de convencerse a sí mismo.

—¡Tae! —Gritó Jungkook, corriendo tras él antes de que Taehyung desapareciera de su vista al dar vuelta por el pasillo.

Taehyung se dio media vuelta, se cruzó de brazos y miró a Jungkook con una expresión de fastidio, claramente no estaba de humor para comentarios fuera de lugar y solo quería ir a clases.

Jungkook se acercó a Taehyung, lo tomó suavemente del rostro y acercó sus labios a los de él, en un gesto tierno y apasionado.

—¿Y ahora qué? —Preguntó Taehyung, aún con una expresión de fastidio y molestia, listo para dar media vuelta y alejarse, pero también preparado para defenderse si Jungkook volvía a sacarlo de quicio.

Sin embargo, muy contrario a lo que Taehyung había imaginado, Jungkook habló en voz baja y suave, pronunciando palabras que hicieron que un intenso rubor carmesí invadiera las mejillas de Taehyung, quien se sintió repentinamente abrumado por la emoción.

Tus huellas sobre el hielo ✓ [ Parte I y II ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora