Tus huellas sobre el hielo ✓ [ Parte I y II ]

Capítulo 20

Advertencia: Este capítulo contiene escenas de humillación consensuada.

18 de mayo, 2021.

El descubrimiento aún resonaba en la mente de Yoongi mientras estaba en su clase de Álgebra. Jimin, el chico que siempre lograba captar su atención, era hijo de su ídolo.

Ese pensamiento recurrente lo envolvía haciendo que la clase se desvaneciera. La voz del profesor se redujo a un eco lejano, ahogado por el murmullo de sus compañeros y el tic-tac del reloj en la pared.

Mientras tanto, Yoongi mantenía su mirada baja y perdida, haciendo garabatos en la última hoja de su cuaderno, simulando tomar apuntes de las fórmulas escritas en la pizarra.

Suspiró suavemente y ajustó sus lentes de lectura en el puente de su nariz, un gesto mecánico que no lo sacó de su ensimismamiento. Su mente siguió divagando, lejos de la clase, cuando la voz del profesor lo interrumpió.

—Joven Min, ¿puede pasar a resolver esta expresión algebraica? —Pidió el profesor, ofreciéndole el marcador del pizarrón como un reto, tras descubrir su distracción.

Yoongi levantó la cabeza de golpe, sabiendo que fue atrapado, con su rostro ligeramente sonrojado. Su mirada se dirigió primero hacia el profesor, luego hacia sus compañeros, y finalmente se enfocó en el pizarrón tratando de recuperar el hilo de la clase.

En el pizarrón, las ecuaciones algebraicas parecían enredarse en confusión, con símbolos y números que se mezclaban en un caos ininteligible. El marcador había trazado líneas y curvas que parecían una obra de arte abstracta, pero que para Yoongi eran un recordatorio cruel de su falta de atención.

Por lo que su mente rápida y analítica comenzó a trabajar, conectando los puntos para entender los problemas, pero la sensación de vergüenza y distracción aún lo acompañaban complicando la tarea.

—No tenemos toda la clase, joven Min. —Dijo el profesor, elevando la voz. —¿Puede resolver el problema o no?

Yoongi se irritó al escuchar el tono desafiante del profesor. Quiso rodar los ojos, pero se contuvo porque no quería puntos menos en su calificación; además, nunca había sido un alumno problemático.

—Sí, puedo hacerlo. —Afirmó Yoongi, y se levantó de su banca con una confianza que desafiaba las expectativas del profesor.

Caminó con pasos decididos hasta el frente de la clase y tomó el marcador que el profesor le ofrecía, con una mirada intrigante. Luego, enfocó su vista en el pizarrón, revisando las ecuaciones escritas. No era un tema nuevo; era el mismo de la clase anterior y de la tarea que había dejado.

Comenzó a resolver el problema con precisión y seguridad. Su mano se movía con fluidez sobre la pizarra, mientras el marcador chirriaba suavemente. A su alrededor, el bullicio de la clase crecía, contrastando con el silencio del profesor, que lo observaba con una mirada expectante, los brazos cruzados y una ceja levantada, listo para corregir cualquier error que cometiera.

Con cada línea y símbolo, la confianza de Yoongi creció, hasta que, con un movimiento decidido, trazó la solución final, y el marcador se detuvo con un clic satisfactorio.

Se volvió hacia el profesor, le entregó el marcador y regresó a su lugar con un aire casi soberbio, sin esperar evaluación alguna sobre cómo lo había hecho.

—Bien chicos, me alegra que estén poniendo atención en la clase. —Dijo el profesor, llamando la atención de todos. —Esto será fundamental en su prueba final, así que es crucial que lo dominen completamente.