Capítulo 25

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Namjoon sabía lo que significaba amar y tratar de sanar a alguien que había sido profundamente herido, porque su corazón aún recordaba el dolor y la confusión que había sentido al amar a Seokjin; una experiencia que había comenzado como una miel dulce y pura, pero que había terminado en un sabor amargo y persistente que no podía sacudirse.

Porque en los diez meses que fueron novios no hubo nada más abusivo que Seokjin, exigiéndole a Namjoon un amor dedicado que no estaba dispuesto a dar de regreso; y nada más miserable que Namjoon, aceptando y reuniendo las migajas de amor que Seokjin le ofrecía para intentar darles algún sentido.

Namjoon pasaba de ser amado un día a ser ignorado al otro por Seokjin, quien no sabía manejar sus emociones, y que en una explosión de ira le gritaba que se fuera, solo para buscarlo en llantos al día siguiente, rogándole que lo perdonara.

Y Namjoon lo perdonaba fácilmente, sin reservas, porque veía a Seokjin como alguien frágil que necesitaba amor y comprensión para sanar, algo que nadie más aceptaba.

Pero si las demás personas hubieran visto la forma en que Seokjin lo miró aquella vez, cuando le abrió su corazón, quizás entenderían por qué Namjoon se quedó a pesar de todo.

Y si hubieran escuchado cuando Seokjin le dijo: “Sé que estoy roto, pero aún así te amo y quiero entregarte lo que me queda de mí, por favor, acéptalo”, entenderían por qué Namjoon se aferró a esa relación, a pesar de que los fragmentos de su ser se desintegraban, y por qué su lazo con Seokjin fue como un suceso extraordinario, algo del que lo habían hecho digno de vivir.

Sí, fue un idiota por no saber irse a tiempo, y por eso tuvo que esperar a que Seokjin lo dejara.

Aunque la vida parecía ser injusta con Namjoon, ya que cada vez que daba un paso hacia adelante, se encontraba con Seokjin, y sentía la aspereza de una herida que no había sanado.

•°•°•

20 de mayo, 2021

—Joven Seokjin, la orientadora desea verlo en su oficina. Vaya ahora —anunció el profesor de Literatura, llamando la atención de toda la clase y, especialmente, de Seokjin.

Al escucharlo, Seokjin frunció el ceño, detuvo el movimiento de su lápiz y levantó la vista de su cuaderno, con una duda en mente: «¿Estoy en problemas por llegar tarde ayer?»

Miró a Taehyung y Jimin, cuyos rostros reflejaban la misma confusión que sentía. Ambos parecían aturdidos, ya que la Orientación solía ser paras estudiantes con dificultades disciplinarias, académicas o personales graves.

Y Seokjin no tenía ninguna de esas dificultades, o al menos nunca había dado motivos para que se pensara lo contrario.

—Claro, iré enseguida —dijo Seokjin, se puso de pie y se dirigió hacia la salida, dejando atrás una atmósfera de intriga y preocupación.

Los pasillos estaban desiertos y el silencio era interrumpido por los pasos de Seokjin, cuyos zapatos resonaban en el vacío. Aunque, si prestaba atención, se escuchaban las voces de algunos profesores que impartían clases en las aulas cercanas, creando un contraste entre la calma del pasillo y la actividad académica que se desarrollaba detrás de las puertas cerradas.

Al llegar al área de administración, una de las secretarias lo recibió con una cálida sonrisa, sentada detrás de su escritorio. Sin demora, anunció su llegada a la orientadora a través del interfono. "Seokjin ha llegado, señora", dijo con una voz amable.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Tus huellas sobre el hielo ✓ [ Parte I y II ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora