VÍBORAS

Pajarito

Mi cuerpo se mueve al compás de la música a todo volumen mientras sostengo mi trago en una mano. Alejo las manos de Marcus de mi cintura para así poder ir a el bar y conseguir otro trago.

Samy no tarda en aparecerse a mi lado, una de las amigas de Marcus podría decirse que la típica rubia barbie. Ella no es para nada de confiar que digamos, aunque yo no suelo confiar en nadie.

—¿Nunca planeas terminar con él? — su pregunta no me sorprendió, ella siempre ha sabido que Marcus me engaña incluso sospecho que, con ella, pero no lo hago por dos razones:

1. No me da la gana.

2. No quiero darle la satisfacción a Samy para que ella pueda andar con él.

—No — conteste seca, ella puede estar haciéndome un favor, pero sigue siendo puta.

Estoy cansada de Marcus pero todavía no tengo la valentía de mandarlo a la mierda. El bar tender me dio mi trago y me aleje dejándola a ella sola. Esta noche quiero pasarla bien, nadie me quitara eso. 

Vuelvo a nadar entre la gente buscándolos y para mi mala suerte me topo con la imagen de Marcus y otra chica manoseándose en un sillón. No es la primera vez, tampoco será la última.

Bufo, irritada y tomo rumbo a los baños.

¿Por qué me hago esto a mí misma? Siempre me pregunto eso, tal vez porque el sí es un buen polvo y me hace reír.

Aun así, no vale la pena

Se que tal vez merezca algo mejor, pero yo nunca he tenido algo mejor.

Llevo el coctel a mi boca bebiendo todo su liquido provocando que una sensación de mareo entre en mi sistema, es el lado bueno del alcohol, te saca del mundo en que estas, sientes la sensación de estar volando casi. Como si los nervios de tu cuerpo se apagaran y dejaras de sentir. Camine o mejor dicho intente caminar al lavamanos en donde observe mi aspecto.

Piel pálida, ojos marrones un tanto rojizos y cansados, mi cabello castaño ondulado despeinado vuelto un desastre. Esa chica frente al espejo solo quería divertirse, pero en cambio me veo más que borracha con aspecto de mierda. Peine mi desordena cabellera castaña intentando arreglarla un poco.

¿Cómo fue que llegue a ser esta chica? ... oh ya recuerdo.

Mis ojos marrones con tonalidades doradas se comenzaban a llenar de lágrimas, pero los cerré y respiré hondo.

Tormentoso pasado, en el pasado estas, no me interrumpas el camino.

Me dije mentalmente, prometí que no dejaría que nadie más me volviera débil.

De repente mi pequeño momento privado me es interrumpido por el estruendoso sonido de la puerta al ser abierta de una manera brusca. Dos hombres casi encima de ellos caen al suelo y se devuelven golpes uno a otro, evidentemente con la intención de matarse.

¿Cuántas copas se tomaron? ¿Por qué sigo aquí?

Mi cuerpo no está bien coordinado con mi mente.

El tipo encima del otro se tomó un segundo para verme y con sus intensos ojos grises me hipnotizo por un segundo, nunca había visto unos ojos así, de un intenso gris. En ese momento el extrae un arma y le dispara a el tipo en la cabeza.

Sangre.

Sangre se esparció por el suelo, por las paredes, lleno sus manos y salpico mis zapatos.