Claire
Lo vi
Y el parecía igual de concertado al vernos frente a frente. En mi sistema sigue sustancia que me apendeja lo que me hace dudar de lo que vi, pero algo en mi interior no lo descarta. El estaba aquí, y puedo jurar que estaba a segundos de sacar su arma y matar a Román.
Hablando del proxeneta, al estar satisfecho de ver que ellos se marchaban alejo el arma de mi cerebro, pero su agarre permaneció fuerte a lo que continúo jalándome bruscamente nuevamente a la habitación tirándome en un empujo y cerrando la puerta detrás. Me parece escucharlo empezar a gritar ordenes mientras se aleja.
Me tambaleo al intentar volver a levantarme, como puedo me dirijo a la cama, veo con repulsión el suero y lo alejo. Tengo que bajar esto de mi sistema, pero no es como el alcohol que podrá hacerme vomitar, esto esta en mis venas envenenando mi sangre. Me rindo a sentarme en el piso aun lado del la cama con la cabeza en el colchón. Debo esperar, en algún momento esto pasara. Debo salir de aquí.
Mientras permanezco quieta dejando que esos efectos de la droga consuman de mí y pase vuelvo a escuchar la voz de Román acercarse a gran velocidad. Abren la puerta y entra con la misma pistola en mano y la respiración agitada. Lo miro con repulsión tratando de ver venir lo que el va hacer.
Se escuchan disparos afuera y mi cerebro hace clic. Deben ser las Víboras.
—Marcus... — Román dice ese nombre, un nombre que hubiese deseado jamás volver a escuchar —Necesito que te encargues aquí.
Se corre aun lado permitiendo entrar al mi maldito ex. Basura humana.
Ese chico guapo delgado al verme parece no reconocerme, lleva una pequeña sonrisa en su cara de superioridad mientras escanea mi estado.
—Nena... te ves de asco amor — incluso la vos de Marcus me causa repulsión ahora.
Román sale corriendo y cierra dejándonos a los dos solos.
—Cállate — aparto la mirada de él. Sin embargo, él se acerca tomando una silla para sentarse a mi lado.
Vuelvo la vista hacia él, sin tan solo mi mirada pudiera enterrarle una bala en el cerebro.
—No es el rencuentro que esperaba, pero puedo con esto — su mano baja a mi mentón, pero aparto su tacto de inmediato —¿Qué acaso ahora mis manos te causan asco bebe?
Me quedo callada tratando de ignorar su presencia.
—Las manos de Daniel si parecían gustarte según me enteré.
Ahora si lo volteo a ver, una sonrisa se pinta en mis labios.
—Me parece que por primera veo a Marcus sufriendo celos.
—Celos un carajo, para ti soy cariño recuerda respetar bebe, tu sabes que yo soy tu lugar seguro.
—Tu eres el peor error de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
VÍBORAS
ActionNo solo el veneno es letal. Esto es la mafia italiana. Claire una huérfana que aprendió que la vida no es fácil de la manera difícil. Una noche después de varios tragos bailando en una discoteca se topa con un hombre que todo en el señala peligro...