Justin abre la puerta y su rostro muestra sorpresa al darse cuenta de que traigo una acompañante.
—¿A debo el gusto? — en su pregunta puedo ver que le irrita traga a alguien sin que él lo supiera antes.
—Es mi amiga, Bella — me invento el nombre a último momento.
Bianca mantiene una mirada coqueta e inocente. Lo que a él le agrada.
—... Entonces no es molestia. Pasen.
Bianca y yo intercambiamos miradas antes de entrar. Por suerte tengo la seguridad de que Daniel y su ejército de mafiosos entraran al dar la señal.
—Que empiece la diversión — junto a sus palabras Justin nos tiende a ambas un vaso lleno con whiskey. Al oler el trago la garganta se me seca lo cual voto por dar un pequeño trago y recibo un codazo en mi costilla.
La miro frustrada pero no vuelvo a tomar del líquido ámbar.
—Vengan hermosas.
Es hora de entrar en papel.
—Tienes una casa grande y espaciosa — hago el cumplido sentándome junto a él permitiendo que acaricie mi cintura al igual que Bianca aun que la empiezo a notar más incomoda al estar cerca de él.
Comienzo una charla con el asegurándome que sus ojos estén siempre posados en mí y me aseguro al pasar mis dedos de manera sutil en mi clavícula que siempre funciona para llamar la atención de mis pechos.
Bianca saca el pequeño frasco escondido en su mini falda y se lo vierte a la bebida de él.
—¿Por qué tu amiga esta tan callada? ¿La pongo nerviosa?
Se voltea a verla y en un movimiento rápido esconde el frasco.
—Ella es siempre tímida al principio — Bianca se las maneja para sonreírle nerviosa.
—Así me gustan más, ese tipo de chicas siempre ocultan un fiera dentro — él le acaricia el mentón.
El vuelve a beber de su bebida y voltea a verme. En ese acto puedo ver a Bianca rodar los ojos evidentemente harta de la situación lo que me causa gracia, pero controlo mi pequeña risa.
—¿Quién quiere ser la primera suertuda?
Bien, él quiere ir directo al punto.
—Claire es mejor satisfaciendo hombres que yo — el comentario de Bianca zafándose de la situación provoca que un creciente enojo flamante hacia ella.
¿A qué viene ese comentario?
—Amm, bueno — sus ojos encuentran los míos y carraspea parpadeando varias veces —Permítanme.
Se levanta de sillón y comienza a caminar saliendo de la sala de estar, pero antes de llegar cae boca abajo al suelo.
—Bien... hora de trabajar.
La veo levantarse y yo permanezco un momento en el sillón mordiendo mi lengua conteniendo los comentarios sarcásticos y mal humorados dirigidos hacia ella.
Me levanto siguiéndola, no nos es nada difícil encontrar la habitación del tipo donde en el gran armario tiene una pared como caja fuerte.
Que ... sutil.
—Toma, esto la abrirá — ella me pasa un cuadro rojo que parece plastilina con cables, mi cara de confusión le comunica que no tengo idea de lo que es.
—Explosivo plástico, pégalo a la pared cerca de la cerradura, oprimes este botón y tienes diez segundos para alejarte. Es suficiente para una pequeña detonación debes estar unos metros lejos — al terminar sus instrucciones la veo irse en busca de su bolso.
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VÍBORAS
ActionNo solo el veneno es letal. Esto es la mafia italiana. Claire una huérfana que aprendió que la vida no es fácil de la manera difícil. Una noche después de varios tragos bailando en una discoteca se topa con un hombre que todo en el señala peligro...