VÍBORAS

Empezó el Juego

Claire

Ya dije todo lo que tenía que decir, con qué frecuencia Justin visita el bar, sus socios y otros lugares que suele visitar. Pero claro que deje en claro que yo seré quien tendrá que hablar con el tipo, es a mi quien me conoce y no me será difícil agendar una reunión con él.

—Aun así, siempre al menos uno de nosotros se reunirá con el — asiento.

—Propongo, que yo misma sugiera que unos tipos quieren hablar con él, posibles socios de drogas eso le agradara. De esa manera uno o varios de ustedes se acerque a él sin sospechar.

—Perfecto, ya mismo se alistará el vuelo para esta misma tarde, usted Bianca, Daniel y Gael irán. Mi esposo y yo nos quedaremos para encargarnos con los asuntos aquí en Italia — Veo al padre y el asiente sonriendo ante la orden de su esposa.

(...)

Varias horas después partimos en el avión en que fui traída secuestrada aquí, debería estar de mejor humor ya que voy de regreso a mi país. Sin embargo, no es posible para mí. Me siento en el lado donde las bebidas están más cerca, a unos asientos lejanos esta Bianca esta del otro lado del avión, pero aun puedo verla se pone uno de esos cosos en los ojos para dormir, aun así, en el bolso a su lado puede ver su amigo cuchillo sobresalir.

Tomo una pequeña botella de whisky y dirijo mis mirada a la ventana del avión viéndolo despegar muestras bebo y el líquido calienta mi garganta.

Me distraigo viendo en la ventana, pero fugazmente por el rabillo del ojo puedo notar a Daniel quien tiene la mirada enterrada en mí. Mas específicamente en mis piernas.

Lo veo directamente y aun así el mantiene una mirada seductora. El recuerdo de la noche anterior vuelve a mi mente.

El empezó el juego, bien, si quieres jugar podemos jugar.

Aprovechando que llevo puesta una falda pegada a mi figura. Viendo a la ventana comienzo a abrir las piernas de manera inocente y distraída para darle una mejor vista, solo lo que la falda me permite. Espero unos segundos y lo volteo a ver nuevamente.

Esta vez su mirada esta puesto en mi rostro como si estuviera estudiándome. Mantengo la mirada neutra y sin emoción a la vez que cruzo las piernas eliminando la buena vista y vuelvo a ver a la ventana.

El hombre se levanta y a da pasos rápidos en mi dirección hasta que termina sentado al lado mío, al sentir su mano posarse sobre mi pierna me sobre salto un poco, bajo la mirada y efectivamente es su mano quien acaricia mi pierna con fuerza.

—¿A que estas jugando?

—¿Jugando? ¿A qué te refieres? — le regalo una sonrisa de inocencia fingida.

—¿Quieres tentarme pajarito?

—Ve a follarte a la azafata enfermo — trato de alejar su mano de mi pierna, pero en la lleva más a profundo de mi falda antes de que si quiera lo toque lo que me congela un segundo.