No solo el veneno es letal.
Esto es la mafia italiana.
Claire una huérfana que aprendió que la vida no es fácil de la manera difícil.
Una noche después de varios tragos bailando en una discoteca se topa con un hombre que todo en el señala peligro...
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Claire
Mis pulmones se inundan con el humo, es en lo único que logro pensar. Recibí un fuerte golpe en la cabeza y espalda por lo cual me es demasiado doloroso moverme.
Siento el liquido caliente correr por mi espalda, pero lo ignoro y me acuesto como puedo y es mas soportable. Por lo abrumada que me siento en este momento, rodeada de concreto apenas pudiendo respirar tengo inmensas ganas de llorar. Por todo, por todo lo que comenzó de mal en peor.
Daniel se fue, me dejo encerrada para dejarme morir.
Se que lo hice enojar, pero esto no es justo.
El prometió... el... ¿Cuántas veces tengo que sufrir para aprender que las promesas no valen nada?
Las lagrimas caen por si solas sin ningún esfuerzo, el dolor tiene que salir por algún lado así que me dejo llorar.
Vuelvo a toser, hay demasiado humo y polvo, talvez si cierro los ojos intento dormir hasta que me vaya, así puede ser mas fácil. Durmiendo no pienso, y pensar es lo que me esta matando realmente.
Duerme Claire Duerme.
...
No tengo ni idea que tanto tiempo cerré los ojos, no logre conciliar el sueño realmente ya. Pero escuche golpes, escucho voces. Mi mente realmente no da para mucho, estoy demasiado cansada.
Varias piezas de concreto son movidas por encima de mí, entrecierro los ojos al recibir una fuerte luz.
—¡Tenemos a otra persona!
Son rescatistas intuyo. Otra maquina se acerca y vuelve a seguir moviendo los escombros a mi alrededor. Cuando varios paramédicos me toman en sus brazos aulló en dolor. No me percate que en un momento al estar tan quieta había dejado de sentir dolor.
—Tranquila, vas a estar bien.
Me es reconfortante escucharlo decir eso, pero toda la tranquilidad se va a la mierda cuando uno de los paramédicos saca un arma y le dispara a su compañero en el cráneo manchándome de su sangre y cayendo al suelo. Escucho gritos y mas disparos.
No puedo moverme, no puedo correr.
Cuando pienso que estoy apunto de ser disparada cuando él se quita la mascarilla y los lentes de protección de inmediato reconozco su horrible rostro.
—Buenas noches ratita
Román sonríe macabra mente sacando un pañuelo húmedo el cual coloca en mi nariz y boca. Grito y trato con las pocas fuerzas que tengo alejar eso de mí. Pero al inhalar eso de olor tan peculiar por un minutos aproximadamente luchando contra él, un sueño me inunda el cual me deja inconsciente.
...
Al abrir los ojos estoy en una cama y en un cuarto bastante lujoso. Recuerdo el edificio desmoronándose sobre mí. Recuerdo a Román.
Intento incorporarme, pero soy gentilmente recostada de nuevo por una señora vestida de enfermera. Veo que estoy conectada a una aguja intravenosa a un suero de color negro a lo que entro en pánico. Empujo a la señora e intento quitarme esto, pero llegan otras enfermeras que me toman con fuerza y una de ella a traves de la intravenosa parece inyectar un tranquilizante ya que vuelve a tener demasiado sueño.
Entran a la habitación, las enfermeras se alejan de mi permitiendo al loco de Román sentarse a mi lado. Trato de mantener mis ojos abiertos mientras veo cada movimiento que hace. El inspecciona la bolsa de suero y al ver como estoy conectada a esta sonríe satisfecho.
Mi cuerpo recibe lo que sea que ese suero sea a lo que entro en una clase embobamiento. No me duele nada, no siento dolor físico, tampoco tengo que reprimir mi dolor interno. Siento como si estuviera flotando... es maravilloso. A lo que sonrió.
—Eso es ratoncita... disfruta de tu nuevo infierno.
...
El se larga y es así como todo comienza.
Mi cerebro trabaja mucho par yo poder entender en que estoy metida, creo que han pasado unos días como tres supongo, no estoy segura. El mafioso entra una vez al día para revisarme y tratar que le hable, pero no puedo. Simplemente estoy metida en un mundo que flota. Es como si en vez de estar acostada en la cama nadara o flotara sobre esta.
A veces lloro, pero no es por dolor realmente, es... que en realidad no duele. Puedo relacionarlo mucho al alcohol. A lo que mis teorías me están llevando y me da escalofrió aceptarlo es que. Estoy drogada.
Recuerdo esa noche en que unos tipos quisieron violarme, y que Daniel termino matándolos. Si, se siente parecido a esa situación aun que es borrosa para mi memoria.
Tengo mucho miedo
Por que no se si pueda salir de esto... por que no quiero. No extraño el dolor.
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