Ruégame Bombón

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Es el día siguiente y como lo planeado estoy dentro de la empresa de los D'angelo. Según tengo entendido es una empresa de comunicaciones y según Daniel no son mafiosos, pero supongo que cualquier persona con mucho dinero tiene suficiente poder para ser peligroso.

Saludo a la recepcionista con quien le informo de la falsa cita que tengo con el señor de la empresa, una cita que Bianca programo ayer de alguna manera. Reviso mi alrededor, es un gran edificio la arquitectura es inmensa y gris con blanco.

—Por favor siéntese a esperar, la llamare cuando el señor D'angelo este libre.

Le agradezco y camino al cuartito de espera ahí me detengo a ver la pared llena de fotos y diplomas. Me detengo a ver y reconozco al hombre que Bianca dijo que vería. Esta en algún lugar en Alaska talvez, la imagen están tres personas que parecen ser su familia una mujer de su edad o más joven sonriendo abrazando a la joven que debe ser su hija. Los tres tiene ojos verdes y cabello castaño bien abrigados con equipa mente de esquí.

—Señorita — volteo a ver a la chica recepcionista. Tiene ese acento italiano, pero como soy extranjera me habla en mi idioma, algo más que encubre la razón verdadera por la que vine —Ya puede pasar.

La sigo hasta una oficina con puertas gigantescas al entrar me recibe el mismo señor, pero más canoso y con más ojeras. A mí me parece un hombre de negocios mayor y muy cansado.

—Benvenuta signora — (Bienvenida señora)

—Buenos días — lo saludo con la mano y procedo a sentarme frente a él y su escritorio.

—¿Es usted estadounidense?

—Canadiense — sonrió lo mejor que puedo intentado verme nerviosa.

—Oh que interesante ¿Y que la trae aquí señorita...?

—Aurora, llámeme Aurora. Vine porque mi jefe me ha enviado para pedir asesoría ya que está empezando a trasladar su empresa a Italia para estar más cerca de su familia, y ha recibido grandes recomendaciones de su empresa aquí en Roma.

—Increíble, ¿Su empresa cual es disculpe?

De inmediato mentí con una empresa originaria de Canadá.

—Bien, le traeré primero el plan estratégico para que lo revise y se lo puede enviar a su jefe, cuando salga por favor deje el número telefónico en recepción para estar en contacto.

—Claro

—Permítame ir por el plan, vuelvo en un momento.

Asiento y lo veo irse, intento simular estar relajada en mi asiento en el que él se va y cuento hasta cinco, reviso que no hay nadie cerca ni pisadas acercándose. Es hora de empezar voy a su escritorio no me siento ni toca nada. Me agacho buscando la unidad del sistema, cuando lo encuentro saco la USB de mi chaqueta y la conecto. Escucho los ruiditos que dijo Bianca y empiezo la cuenta regresiva desde sesenta segundos. Rogando por que el señor no venga antes del minuto.

55

Escucho pisadas

Carajo

56..

57..

58..

Me sudan las malditas manos

59

60

Retiro la USB me incorporo y corro a mi asiento donde guardo la USB en mi bolsillo y respiro profundo volviendo a relajarme.

El hombre entra hablándome con entusiasmo viendo los papeles en su mano sin prestarme mucha atención, una vez termina de explicarme todo le digo que muy seguramente estaremos en contacto. Salgo tranquilamente con una sonrisa ignora a la recepcionista sacando mi celular simulando estar en una conversación importante y salgo hacia el auto. Misión cumplida.

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