Cuando se despertó aquella mañana del lunes quería estrellarse la cabeza con alguna pared o golpearse así mismo, lo que ocurra primero vamos. Las imágenes anteriores hicieron eco en su mente, delatandose a sí mismo y no podía sentirse más avergonzado.
Lo había abrazado.
Y aunque pareciera que no fuera un crimen (ni si quiera era uno) tan grave el realmente se sentía mal, un sentimiento que podría interpretarse como culpa. Lo peor sobre todo fue su tonto intento de excusar al gélido clima, cuando en realidad fueron unas extrañas ganas, que provinieron de él no sabe dónde, de acercarlo a su cuerpo y sentir su calor. Suspiró y el primer golpe en su frente llegó.
Un enigma incluso para él mismo. Nunca sintió esa necesidad, no después de que la luz de su chico se apagará junto al brillo de sus ojos. Con ninguna persona más que con Vandal, realmente creyó que podría seguir siendo así, hasta que Rubén llegó. Pero era aún más extraño el hecho de que sus pequeños cuerpos y bajas estatura congeniaban. Odiaba compararlos pues sabía que ambos no se lo merecían, pero en cierto modo le era imposible.
Y lo peor es que las personalidades no eran ni de cerca similares como para una comparación. Vandal era alegría pura y soñador, siempre le mostró una sonrisa y nunca actuó con enojo ni se dejó llevar por sus sentimientos, compasivo y poco insistente. Rubén era terco, el día que lo conoció vio una faceta fascinante de él enojandose, demasiado distraído, lo vio chocar tres o cuatro veces con personas distintas, algo colérico. "¿Porque se parecían tanto entonces?" Pensaba.
Pero la alarma lo sacó de su mundo por completo haciendo que se levantará con rapidez. Que no quiera ir por la vergüenza a clases no quiere decir que se perdería alguna. Además que después copiar apuntes y tener que pedirlos era un martirio. Con pesadez se terminó su tostada y su taza de café, el apetito se le fue en cuanto iba a comer una segunda. Agarró todo lo necesario y salió. No sin antes de despedirse de su mamá que aún dormía.
Nuevamente ese día hacia un frío de horrores, como en la noche. Y eso le hizo desear que al menos a Rubén se le haya olvidado.
***
Rubén no dejaba de recordarlo.
No durmió en toda la noche, le era imposible, solo sonreía tontamente mientras miraba algún punto del techo. Su cama completamente un desastre por estar rodando en ella todo el tiempo mientras abrazaba su almohada.
Su hermano se despertó unas tres veces pensando que había entrado un ladrón o un asesino, con sarten en mano, su pijama desaliñada y sus ojos medios cerrados, detrás de él su mamá que había venido de visita le siguió con una escoba igual de adormecido que su hijo. Pero se llevaron la sorpresa de que el ruido era del mismo Rubén, que saltaba en su cama.
Se levantó de ella antes de que sonara la alarma y la apago justo cuando lo hizo, ni siquiera durmió y aunque eso hizo que su cuerpo esté algo cansado le restó importancia. Tarareando una melodia mientras bailaba y saltaba, todo bajo las miradas extrañadas de su hermano y su madre, salió de su casa en dirección a la universidad.
Al llegar lo busco por todas las partes en las que lo había encontrado anteriormente. Desde la azotea de la facultad de artes, hasta el pequeño parque de fotografía. Paso incluso por la sala de ciencias médicas que quedaba en la otra esquina, pero solo logro encontrar pasillos vacíos sin rastros de él .
"¿Me estará evitando?" pensó cabizbajo. Eso solía ocurrir, en las películas y libros clichés, entonces por un momento pensó que también ocurriría en la vida real. Su alegría mañanera se esfumó cómo espuma. Colgó su mochila al hombro, está vez la cabeza andaba baja, suspiró y se fue a su primera clase. Dudó un momento, quizá había hecho algo incorrecto. Pero esa idea se fue tan rápido como llegó, él no tenía la culpa de nada después de todo, Ricardo fue el que lo abrazó, el fue el que le dijo esas palabras en demasía lindas que lo dejaron atónito. Ahora que lo piensa, nunca pensó en las palabras que escuchó de su boca. Seguía sin creerlo, pero eran reales.
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Nostalgia [killerrich]
FanfictionCuando Ricardo se enteró que Vandal había muerto su corazón se partió en miles de pedazos imposibles de juntar. Se convirtió en un joven solitario, sin ganas de tener al menos un poco de felicidad en su vida. Y se juró así mismo que nunca se iba a e...