Capítulo 3

460 46 3
                                    

Se abría paso rápidamente por las solitarias y, ahora hostiles, calles de Rabat. Habían detectado una actividad anómala de energía en esa zona de Marruecos y, temiéndose que el incidente de Venecia volviera a ocurrir, decidieron poner en marcha la misión.

- Detecto fuego enemigo. – recibió a través del transmisor que se acoplaba perfectamente a su oído. – estamos cerca, Killjoy.

- ¡Ya era hora, das Gott! – se refugió tras un gran bloque de radianita, protegiéndose de los disparos del enemigo.

- ¿Has localizado la Spike? – volvió a escuchar la voz de Viper a través del transmisor.

- Todo indica que sí. – observó el dispositivo a lo lejos, que emanaba de él una gran luz y emitía un sonido algo desagradable. – No puedo acercarme, me están atacando.

- Resiste, Little mouse. – saltó desde el avión, junto a Phoenix. – No te separes. – le ordenó a Phoenix. – tenemos que proteger a Killjoy para que pueda desactivar la spike. Nada de heroicidades.

- Sí, sí, blah, blah. – rodó los ojos el chico de fuego, aburrido por la severidad de la científica. – protegeré a la pequeña ingeniera. – Viper alzó el ceño, para después visualizar a Killjoy abriéndose paso hacia la spike, estudiándola.

- Echa un vistazo. – la ingeniera le tendió el dispositivo donde analizaba la actividad de la spike.

- Esto confirma que está extrayendo la radianita del entorno. ¿Cómo podemos pararla?

- Eso déjamelo a mí. – extrajo de su mochila un pequeño dispositivo.

- Necesitas un radinúcleo para la señal térmica, Killjoy, no podrás... - un disparo aterrizó no muy lejos de su cabeza, haciendolos retroceder.

- Dejadmelos a mí. – Rápidamente, Phoenix salió tras el enemigo, usándose de su poder radiante para defenderse de los ataques que iba recibiendo.

- ¡Espera, Phoenix! – pero las palabras de Viper murieron al ver que no le había hecho ni caso.

- Te atrapé. – el enemigo paró en seco, girándose sobre sus pies, observando con gracia la expresión de Phoenix.

- Deberías verte la cara. – y ahí estaba, una copia exacta de él mismo, delante de sus narices. Chasqueó los dedos, cegándolo por completo y corriendo hacia él con una spectre en sus manos.

- ¡Aparta! – gritó Viper, echándolo hacia un lado y disparando su shorty, haciendo que el Phoenix-espejo desapareciese, ya que había hecho uso de su ultimate.

- ¿Y también sabe hacer eso?

- Son nuestras copias, Phoenix, claro que saben hacerlo. – espetó molesta por ver que el británico había desobedecido sus órdenes. – Killjoy nos necesita, ¡ni se te ocurra ir tras él!

- Lo que tú digas, jefa. – respondió con altanería, corriendo hacia donde la ingeniera se encontraba, intentando desactivar la spike.

- ¡Necesitamos calor en el núcleo! – Phoenix atrapó el artefacto en las manos, calentándolo hasta que Killjoy le señaló. – ¡Así, perfecto! ¡Vamos, vamos, vamos! – apuntó a la spike, presionando el botón de desactivar, bajo la atenta mirada de los otros dos y observando cómo todo el entorno comenzaba a flotar y en pocos segundos, a autodestruirse.

Al cabo de unos instantes, todo volvió a la normalidad. La spike se había cerrado de nuevo, ahora volviéndose inofensiva.

- ¡Lo hemos conseguido! – vitoreó Phoenix. - ¡Eres una genio!

Tú das vida, yo la quitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora