Monte Olimpo, 5 de octubre, 11:00 am
—Repítelo una vez más—pidió Zeus—. Y sé claro.
—¿No fue suficiente ya con las cinco veces que se lo expliqué?—preguntó Percy frustrado.
—Entiendo lo que me estás diciendo—gruñó Zeus—. Lo que no entiendo es el objetivo de todo esto.
"Je, eso mismo dijiste cuando pedí la mano de Artemis, y mira como acabó todo"—pensó el chico.
—Mire, más monstruos seguirán atacando a mi equipo—dijo Percy—, y yo no voy a poder estar allí siempre para lidiar con ellos...
Annabeth, quien estaba parada algunos pasos por detrás de Percy, le lanzó una mirada suplicante a su madre, quien accedió a intervenir asintiendo con la cabeza.
—Padre, es imperativo que estos héroes puedan defenderse apropiadamente de los monstruos—confirmó—. Gracias a Perseus hemos confirmado que efectivamente el emperador está coludido con el mundo criminal de los mortales, inclusive sabemos que tuvo algo que ver con el ataque de hace un par de días. Estos héroes mortales son nuestra mejor pista para dar con Calígula y eliminar a sus socios.
El dios padre del cosmos miró a su hija alzando una ceja.
—¿Y estos héroes no han demostrado ya con este último ataque que son capaces de lidiar con las amenazas de nuestro reino? No veo el objetivo de permitirles el acceso a armas de índole divino.
La Mujer Maravilla se armó de valor para hablar directamente hacia con Zeus.
—Padre—llamó, agachando ligeramente la cabeza—. Con todo respeto tanto hacia usted como hacia el equipo. Según escuché por parte de Percy, el equipo sólo se salvó por la intervención del resto de semidioses.
Zeus se volvió hacia ella, la heroína sintió como si fuera aplastada bajo el peso de los ojos de su padre.
—Entonces, ¿estás sugiriendo que estos héroes no son capaces de solucionar estos problemas?
—N-no... padre, lo que quiero decir es que...
—El equipo no estaba preparado ni entrenado para enfrentar monstruos, y aún así se las apañó bien—intervino Percy—. Aunque puedo decir con seguridad que ellos hubieran podido adaptarse y lidiar con la situación desde un inicio de haber sabido que hacer. Estando debidamente equipados no tengo dudas de que ellos...
Las puertas del salón se abrieron de golpe.
—¡¡Jackson!!—Artemis entró a la sala de una patada.
Leo se volvió hacia Percy.
—Bueno, fue un gusto haberte conocido.
Frank le dio una palmada en la espalda al hijo de Poseidón.
—Adiós, amigo. Buena suerte.
Para la Mujer Maravilla la escena fue bastante confusa: una diosa doncella, famosa por odiar a los hombres, irrumpió en la sala del trono del Olimpo gritando el nombre de Percy y se lo llevó prácticamente a rastras fuera del salón, con los ojos de ambos brillando de emoción.
—Allí va un gran hombre...—se lamentaron Leo y Frank.
Hazel los silenció a ambos con un golpe en la cabeza.
Annabeth rodó los ojos antes de volverse nuevamente hacia Zeus.
—Entonces, Lord Zeus, ¿qué dice? ¿Nos permitirá proveerle a los mortales armas de metal divino?
El rey de los dioses pareció meditarlo en silencio por un momento.
—Eso lo decidirá el consejo—sentenció finalmente.
Zeus llamó a una reunión del consejo, y poco a poco los dioses restantes del consejo entraron en la sala. La ultima en llegar fue Artemis, quien a pesar de su rostro serio, le era imposible ocultar la enorme felicidad en sus ojos.
—Bueno, eso pudo haber salido peor—le susurró Will a Nico.
—Eso aun está por verse—respondió el hijo de Hades.
Una vez todos los dioses estuvieron presentes, Zeus se volvió hacia los mestizos:
—Retírense—ordenó.
El grupo abandonó la sala. Y allí estaba Diana, princesa de Temiscira, la milenaria amazona, impresionada porque unos chicos que no podían pasar de los 20 años lidiaran con los dioses con tanta naturalidad.
Percy se acercó a ellos con una gran y estupida sonrisa en la cara.
—Aún no entenderé como lo haces—negó impresionado Leo con la cabeza.
Percy se encogió de hombros.
—Supongo que así son las cosas.
Leo silbó admirado.
—Amigo, a mí Calipso siempre me está diciendo que hacer, ¿cuál es tu secreto?
Percy sonrió y se cruzo de brazos.
—Así que... ¿quieres saber por qué yo siempre tengo la ultima palabra en mi relación?
Leo asintió con la cabeza, todo el grupo se volvió hacia él con curiosidad.
—Es simple—aseguró Percy—. Para tener la última palabra, lo único que siempre tienes que decir es: "sí, lo que tú digas, amor"
Nico se palmeó la cara.
—La verdad no sé que más esperaba escuchar de ti.
—Hey, dale algo de crédito—dijo Will—. Es la única forma de sobrevivir que tiene en su relación.
Diana los miró confundida, sin entender lo que sucedía. Se hacía una idea de lo que pasaba, pero esta era tan bizarra que no tenía sentido alguno pensar en ello.
Después de un par de minutos un rayo de luz se materializó frente a ellos.
—Entonces, ¿qué decidieron, papá?—preguntó Will.
—Será mejor que vuelvan a la sala del trono—respondió Apolo.
El grupo se encaminó hasta la sala del trono, todos mirando a Zeus en busca de respuestas. El dios padre del cosmos se limitó a señalar con la cabeza al noveno trono del salón.
Hefesto levantó una libreta y un bolígrafo antes de dirigirse hacia Percy:
—¿Y bien? ¿Qué es lo que necesitan?
...
Ya lo sé, ya lo sé, capítulo corto, perdón por la tardanza, semana ocupada y todo eso. La siguiente semana ya regreso a los capítulos normales de siempre.
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The Emperor
FanfictionEl emperador Cayo César Augusto Germánico, mejor conocido como Calígula, sobrevivió a su encuentro con Frank Zhang en el túnel de Caldecott y volvió a levantar las ruinas de los Terrenos Triunvirato para así unirse a La Luz, el consejo formado por v...