Ubicación desconocida, 12 de noviembre, 4:27 amPercy abrió los ojos lentamente, sintiendo un terrible dolor en todo el cuerpo.
No veía nada a su alrededor, solamente podía sentir el frío tacto de cadenas metálicas en sus extremidades, manteniéndolo sobre el nivel del suelo.
Podía sentir el aire helado del exterior contra su piel desnuda. Intentaba recordar que era lo que había sucedido.
Su mente trató de unir las piezas del rompecabezas sobre las últimas horas:
Había sido el cumpleaños de Wally, le habían echo una fiesta... luego unas enormes máquinas voladoras crearon una tormenta de nieve sobre todo el país. La liga y el equipo habían luchado juntos para derribarlas, menos Wally que estaba entregando órganos a un hospital.
Habían derribado las máquinas, y él había decidió ir a Manhattan para ver que su familia estuviera bien después del temporal, pero algo lo había golpeado y ya no recordaba más.
Las puertas del contenedor en el que se encontraba se abrieron de golpe, y su emperador menos favorito hizo acto de presencia acompañado de dos guardias pandai.
Percy hizo una mueca cuando el helado aire del exterior golpeó directamente su cuerpo.
—Hola de nuevo, Perseus—saludó Calígula,
El semidiós levantó la cabeza y frunció el ceño.
—Oh, Calígula, ¿esto es parte de tu guerra contra mi padre? ¿Te cansaste de mandar a tus soldados a apuñalar el mar?
Calígula sonrió cruelmente, sostuvo un cuchillo de oro imperial y se lo dejó a uno de sus guardias, ordenándole que atacara a Percy con él.
El filo metálico echó chispas contra le invulnerable piel del abdomen del chico, pero no le causó ningún daño.
—Hmmm, ese tampoco es, habrá que seguir intentando.
Percy ladeó la cabeza.
—¿Problemas para encontrar mi talón de Aquiles?—preguntó.
Calígula suspiró.
—Debo decir que sí, has resultado ser un hueso más duro de roer de lo que creí—admitió—. En este tiempo hemos probado aplastarte, electrocutarte, envenenarte y como nada funcionó estamos probando uno por uno los puntos de tu cuerpo hasta dar con tu... talón de Aquiles.
Percy tosió adolorido, tal vez no estaba muerto, pero su cuerpo resentía cada uno de esos golpes.
—Mira, el veneno y todas las demás cosas deberían haberme matado—reveló Percy—. Pero sucede que soy algo así como un inmortal chiquito, así que no vas a poder matarme hasta que destruyas mi seguro de vida, y les aseguro que no van a poder hacerle ni un rasguño.
Calígula alzó una ceja con curiosidad.
—Eso realmente explica muchas cosas—dijo—. Pero tranquilo, eso no significa que no haya como deshacernos de ti entonces. Si no podemos matarte o destruirte, tendremos que arrojarte al Tártaro, no es mucho problema.
Algo se revolvió en el estómago del semidiós, pero éste logró mantener su máscara de impertinencia para esconder su preocupación.
—No sería la primera vez que escapo de allí—dijo—. Si tienes suerte te librarás de mi por dos semanas, tal vez hasta un mes.
Calígula se inclinó hacia donde Percy y le introdujo un nuevo cuchillo de oro imperial dentro de su boca para hacerlo callar.
—Admiro tú persistencia, lo admito—reconoció el emperador—. Pero verás, estoy asociado con gente bastante poderosa. Les prometí que estarías fuera de la ecuación, y eso pienso cumplir. Te mantendré aquí encerrado por milenios si es necesario. La caja está encantada, no puedes usar tus poderes divinos dentro de ella, y la magia no sirve para detectarte desde afuera. Estamos a kilómetros de distancia del cuerpo de agua más cercano y no tienes pantalones con los cuales sacarte una espada del bolsillo.
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The Emperor
FanfictionEl emperador Cayo César Augusto Germánico, mejor conocido como Calígula, sobrevivió a su encuentro con Frank Zhang en el túnel de Caldecott y volvió a levantar las ruinas de los Terrenos Triunvirato para así unirse a La Luz, el consejo formado por v...