Siete

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            Sé que ha pasado más de una semana desde que Aitana está encerrada, según mis cálculos pasaron exactamente diez días, y si bien me encanta su compañía y ya la considero una amiga, es hora de escapar, tengo que encontrar rápidamente la ...

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            Sé que ha pasado más de una semana desde que Aitana está encerrada, según mis cálculos pasaron exactamente diez días, y si bien me encanta su compañía y ya la considero una amiga, es hora de escapar, tengo que encontrar rápidamente la forma de hacerlo, y no solo por mí, sino por el cachorro que Aitana lleva en su vientre, claramente no está recibiendo los nutrientes necesarios, y si ella está mucho tiempo más acá seguramente aborte, eso ocupa mis pensamientos todo el día, aunque intento mantenerme contenta e intento que la estadía de Aitana en este puto calabozo sea un poco más fácil de llevar, pero puedo ver la tristeza en su mirada, no puedo imaginarme lo difícil que debe ser estar lejos de su alma gemela y de su pequeño cachorro.

Y esa misma mañana, parecía que todos los dioses habían escuchado mis ruegos, la princesa Arinka está dispuesta a ayudarnos, va a poner en riesgo su pellejo para salvarnos, principalmente a Aitana, que es la Luna de su Tua Cantante. Habíamos tenido una suerte muy grande, la Luna sin lugar a dudas nos había ayudado al ponerle como Tua Cantante a un lobo de la manada de Aitana, y yo estaría eternamente agradecida por ello.

Si bien, mis esperanzas se renovaron, necesitaba que la princesa me traiga todo lo que había ordenado, porque de lo contrario no vamos a poder escaparnos de aquí, mis energías van a tardar horas, tal vez días, en recuperarse, por lo que necesito hacer esa poción para poder recuperarlas todas de una sola vez, y así poder hacer un portal que primero lleve a Aitana a su casa y luego ponerme a salvo a mí, sabía que no llegaría a mi aquelarre, pero luego de unos días de recuperación lo haría. ¡Oh por Dios! En poco tiempo estaré de regreso a mi aquelarre, no veo las horas de estar rodeada de esa hermosa energía, de ver a mi gente.

-¿Funcionará? – me pregunta una insegura Aitana.

-Va a funcionar si la princesa me trae todo lo que le pedí – le aseguro y ella asiente mientras suspira con nostalgia – En pocas horas estarás con tus hombres – le digo con una sonrisa, intentando esconder todos mis nervios y poder transmitirle calma.

-¡Oh por la Diosa! Necesito tanto estar entre los brazos de Einar, ver a mi bebé y comerle sus mejillas a besos, escuchar a Anoki fastidiando todo el día a Einar y... ¡Oh por la Diosa! ¿Cómo estará Anoki? – pregunta angustiada y yo la miro frunciendo el ceño.

-¿Quién es Anoki? ¿Qué pasó con él? – le pregunto con curiosidad, y una desconocida angustia en mi pecho.

-Es el Beta de la manada, él se estaba encargando de que Kilian y yo lleguemos a salvo al refugio, pero nos rodearon, él peleó realmente duro pero lograron dejarlo inconsciente, ¿y si lo mataron? – me pregunta con sus ojos llenos de lágrimas, y un vacío se instala en mi pecho, ¿por qué me está pasando esto? Carraspeo, en un intento de acomodar mi garganta e intentar que este vacío se vaya.

-Seguro está bien, es un lobo, se curan rápidamente, de todas formas en unas horas lo sabrás – esta vez no logro sonreírle – Pero cambiemos de tema, debe estar por venir el guardia, y no puede escucharnos hablar de estas cosas – Anoki, ese nombre hacía que un cosquilleo me recorra y sigo sin entender el porqué.

A la hora de la comida, un vampiro entró con una bandeja, eso nunca sucedía, siempre nos tiraban la comida y se iban en un abrir y cerrar de ojos, así que esto significa que Arinka cumplió con su promesa y mandó las cosas que necesito para poder escapar de acá. Cuando escuchamos que el vampiro cerró la puerta que lleva a nuestro calabozo, miré a Aitana.

-Rápido, no tenemos mucho tiempo, sácame las esposas – ella obedeció y una vez que dejé de sentir esas horribles esposas, acaricié mis muñecas con suavidad, para después correr hacia la bandeja.

-¿Y ahora qué?

-Ahora siéntate a esperar a que haga la poción para restablecer mis energías y así poder irnos a casa, necesito concentración así que mantente en silencio por favor – dije sin mirarla, pero supe que me escuchó y comprendió porque enseguida guardó silencio.

Comienzo mezclando todos los ingredientes que allí había, rompo, corto y mezclo, y cuando todo está pronto, obtengo un espantoso líquido verde que sabe aún peor de cómo se ve. Suspiro y lo bebo sin respirar, intentando sentir menos su gusto.

-Bien – suspiro y también me siento, a esperar que la poción haga efecto.

-¿Y ahora? – pregunta Aitana y yo dirijo mi vista hacia ella.

-Ahora tenemos que esperar unos minutos, esa poción sirve para recuperar de forma rápida mis energías, cuando las tenga crearé el portal que te llevará de regreso a tu manada.

-¿Segura que no quieres venir conmigo? – me pregunta frunciendo el ceño y yo le sonrío.

-Pensé que ibas a estar contenta por no tener que aguantarme – ambas reímos.

-Eres un poco insoportable, pero ya somos amigas, te quiero y no quiero perderte – le sonreí, Aitana es una humana realmente adorable, muy buena persona y es alguien a quien quiero tener en mi vida.

-Yo también te quiero Aitana Luna de la manda White Moon – le digo para fastidiarla y ella pone sus ojos en blanco - No nos pongamos sentimentales.

Cerré mis ojos por un momento y sonreí, comencé a sentir como corría por mis venas la energía, como empezaba a fluir y ser parte de mí. ¡Oh por la Diosa! ¡Como he extrañado esta sensación! Me aseguro que tengo la energía suficiente, y me paro de mi lugar, haciéndole una seña a Aitana.

-Todo está pronto. Ya te expliqué como funciona esto, ¿tienes alguna duda?

-No – dice negando con su cabeza, aunque puedo ver la inseguridad en su mirada.

-Bien, cuando despiertes seguro estarás con tu lobito – le sonrío y ella me devuelve la sonrisa mientras lleva su mano a su pancita.

-Voy estar siempre en deuda contigo Aila, no dudes en venir a la manada, por favor – yo le sonrío mientras asiento con mi cabeza, por supuesto que pienso volver a la manada.

-Nos volveremos a ver Aitana Luna de la manada White Moon – y quise fastidiarla una última vez – Nos quedamos sin tiempo – Aitana se acerca y después de un caluroso abrazo, ambas nos separamos con una sonrisa. Yo me alejo un paso de ella y comienzo a mover mis manos mientras repito las palabras para abrir el portal, tomo a Aitana del brazo y logro que juntas lo atravesemos.

Llegamos al medio del bosque, justo al límite de la manada White Moon, miro hacia la dirección de la manada y siento como la adrenalina corre por mis venas, necesito quedarme en la manda, ¿pero por qué tengo esta necesidad? Sacudo mis pensamientos y acuesto suavemente a Aitana en el césped, me quedo unos segundos junto a ella, esperando escuchar aullidos o pasos de algún lobo. Cuando comienzo a escucharlos soy consciente que no puedo quedarme más tiempo, lanzo un hechizo sobre Aitana para protegerla y después me voy, prometiéndome volver.

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Hola a todos, acá la desaparecida. Miiiil perdones por no haber podido subir el miércoles anterior, estuve en mi ciudad y no llevé la PC que es donde tengo lo que he avanzado con la historia, así que no pude subir.

Peeeeerooo tengo una buena noticia, va a haber maratón, 3 días seguidos con un capítulo.

Espero disfruten su lectura, y tengan un buen día 😘

Una Bruja para el BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora