Aila siempre esperó encontrar a su alma gemela, es una romántica empedernida. Pero sabe disfrutar de su vida mientras espera por él.
Anoki nunca quiso encontrar a su mate, él ama estar con cuántas mujeres pueda, no quiere atarse a una sola mujer, l...
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Tengo calor, muchísimo calor, abro mis ojos lentamente y miro a mi alrededor, intentando descifrar dónde me encuentro, giro un poco mi cabeza y me encuentro con Anoki con su cabeza en mi cuello, respirando acompasadamente y medio cuerpo suyo sobre el mío, una de mis manos se encuentran en su espalda y comienzo a acariciarlo mientras lo veo dormir. Y sonrío mientras saboreo el recuerdo de la noche anterior.
[Flash back]
Anoki hunde su lengua en mi vagina sin previo aviso, logrando que un fuerte gemido abandone mi boca, una de sus manos pellizca mi pezón derecho mientras su lengua no para de entrar y salir de mi vagina, abandona mi vagina para centrarse en mi clítoris y sin previo aviso hunde dos dedos de su mano libre en mi vagina. Todo era demasiado, sus dos manos, su lengua, él. No tardé en estallar en un sonoro orgasmo, siento como grito su nombre, como todos mis músculos se tensan para después convertirse en gelatina pura, pero él siguió con su tarea para prolongarme lo más posible el orgasmo.
-Anoki – susurro, llevando una de mis manos a su cabeza para obligarlo a salir de allí, necesito una tregua.
-¿Cansada mi brujita? – miro sus ojos y sonrío al saber que es Malik quien me habla.
-Solo déjame recuperarme cinco minutos, eso fue demasiado intenso – él ríe de forma ronca y se acuesta sobre mí, dejando su nariz en mi cuello para poder respirar mi aroma.
-Tu olor me vuelve loco – gruñe suavemente, y solo basta eso para volver a tenerme encendida – tus feromonas me tienen demasiado caliente Aila – arrastra sus dientes sobre mi cuello haciendo que un gemido salga de mi boca.
-No Malik, sal de ahí – digo separando sus dientes de mi cuello, él me mira herido y yo no hago más que abrazarlo y dejar su cabeza entre mis pechos - No es que no quiera que me marques, solo que quiero esperar a que Anoki también me acepte.
-Si te marco él te va a aceptar.
-Lo estaríamos obligando a aceptarme – paso mi mano por su pelo de forma distraída, amando esta sensación y deseando con toda mi alma que nunca termine esa noche.
-Aceptó tener sexo contigo, ¡después de esto no puede pretender que yo no me desespere por ti! Y sé que él tampoco va a dejarte ir, aceptó que solo te queremos a ti.
-Y sin embargo estoy hablando contigo y no con él, no es que me moleste hablar contigo, me encanta, pero es para mostrarte mi punto.
-Él solo se esconde como un cachorro con miedo – bufa y yo lo golpeo suavemente.
-¡No hables así de mi alma! – Lo defiendo y Malik deja un beso en mi pecho.
-Me voy a poner celoso, ¿lo prefieres a él brujita? – apoya sus brazos cerca de mi cabeza para poder vernos a los ojos.
