Diez

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            Dos semanas después de llegar a mi aquelarre, decidí irme a visitar dos aquelarres, estuve una semana en cada uno, necesitaba asegurarme de tener el mayor apoyo posible, por eso algunos miembros del mío también habían ido a otros aquel...

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            Dos semanas después de llegar a mi aquelarre, decidí irme a visitar dos aquelarres, estuve una semana en cada uno, necesitaba asegurarme de tener el mayor apoyo posible, por eso algunos miembros del mío también habían ido a otros aquelarres para pedir su participación en la guerra que se avecinaba. Ahora, un mes después de haber dejado a Aitana en los límites de la manada, me encontraba yo misma aquí, esperando, de forma impaciente, a que los lobitos me olfatearan.

-¡Lobos! ¡Iuju! – grito con fuerzas, haciéndome notar, en menos de un minuto cinco lobos me rodean, uno de ellos se encuentra como humano.

-Bruja – gruñe, los otros cuatro lobos se encuentran gruñendo también, yo pongo mis ojos en blanco, ¡lobos! Solo saben gruñir.

-Lobo – digo con ironía - llama a su Luna, díganle que su amiga Aila vino de visita – les sonrío intentando ser simpática, aunque solo quiero golpearlos si no dejan de gruñir.

-Tú no me mandas, bruja – dice con rabia el lobo.

-A tú Luna no le va a gustar que me traten así – dijo haciendo hombritos mientras me sentaba en el césped a esperar, fingiendo indiferencia, aunque realmente estoy cansada, necesito comida y una cama con urgencia.

Uno de sus lobos queda con sus ojos totalmente en blanco, seguro se está comunicando por el link de la manada, y enseguida el que está de humano gruñe en frustración, mientras los lobos dejan de gruñir y mostrarse atemorizantes, aunque aún me siguen rodeando.

-En unos minutos viene la Luna y el Alfa – me dice y yo le sonrío falsamente, mientras me pongo a tararear alguna canción.

Cuando comienzo a escuchar ruidos en el bosque y veo que los lobos se tensan, me paro en mi lugar, lista para ver a Aitana.

-Veo que si pediste que no me mataran – digo mientras le sonrío pícaramente.

-¡Aila! – grita feliz Aitana mientras corre a abrazarme, yo la espero de brazos abiertos, cuando llega a mi nos abrazamos con fuerza.

-Aitana, Luna de la manada White Moon – le digo para fastidiarla, y ella ríe mientras pone sus ojos en blanco.

-Okey, eso sí que no extrañé – me dice y ambas reímos – Aila, te presento a mi mate, Einar.

-Mucho gusto Einar Truswell Alfa de la manada White Moon, mi nombre es Aila Kanye, la portadora de luz, del aquelarre Kanye – me presento estirando mi mano, el Alfa me mira de pies a cabezas y asiente mientras toma mi mano.

-Igualmente. Gracias por salvar a mi Luna, mi manada está en deuda con usted – dice en un tono ronco y serio.

-Fue un placer para mí, Aitana se convirtió en una gran amiga – le sonrío a Aitana y ella me devuelve la sonrisa aún abrazada a mí – Y por favor, tutéeme soy muy joven para ser tratada de usted – sobreactúo y Aitana ríe.

Una Bruja para el BetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora