"CORNU MERIDIANAM"
Tanta calma me parecía extraña, me había acostumbrado tanto a sentir miedo a cada segundo del día que ahora que no había amenazas me sentía inquieta. La paz reinaba en el castillo desde hace algunas semanas, los ataques hacia mi persona habían acabado, o al menos eso parecía, y por el momento me sentía tranquila, sin embargo, la calma no llegaba a mí, a mi cabeza. Seguía pensando en aquella frase y en lo misteriosa que fue la situación, de hecho, lo sigue siendo, hasta el momento no había encontrado respuestas o indicios relacionados, aun estando bajo tierra seguía haciéndome sufrir con sus juegos y acertijos.
- ¿Disfrutando del buen clima? -preguntó a mis espaldas, por lo que giré un poco para encontrarme con su mirada azul.
-Por supuesto, tu deberías hacer lo mismo -su sonrisa me hizo desear abrazarla y eso fue justo lo que hice.
- ¿Te encuentras bien, mamá?
-Muy bien, ahora que estas fuera de peligro me siento extremadamente bien.
-Nada nos garantiza que el enemigo haya desistido, tal vez solo espera -un suspiro muy largo y cansado salió de entre sus labios.
-Temía que dijeras algo así, no quería creer en eso, pero tienes razón.
-Todo estará bien.
El abrazo se fortaleció aún más y nos permitimos disfrutar del viento que acariciaba suavemente nuestros rostros y hacía revolotear nuestros cabellos, mirando hacia el mar tan azul y tan tranquilo, observando la infinidad y su belleza.
-Madre, ¿te puedo hacer una pregunta?
-Adelante.
- ¿Papá recurría mucho al latín? Es decir ¿a menudo usaba esa lengua para... sus negocios o para la vida cotidiana?
-No, lo hablaba perfectamente pero no solía utilizarlo. En ocasiones incluía palabras al azar en su habla día a día, pero nada más allá de eso, no era su lengua predominante. ¿Por qué el interés?
-Por nada, simple curiosidad.
Mamá se despidió de mi alegando que tenía cosas que hacer, dejándome con más dudas dentro de mi cabeza, si el latín no era su lengua predominante, ¿Por qué escribir algo en esa lengua y esconderlo? La cosa se tornaba un poco más sospechosa cada vez y comenzaba a creer que algo malo se escondía detrás de aquellas letras en esa cuartilla desgastada, algo grave se involucraba en esa pintura, ese pedazo de papel y esa frase.
-
-Altezas, que tengan un buen día -saludó Andrew al vernos ingresar al comedor -su itinerario de esta tarde se resume en ir de visita al centro de nuestra capital, Galiena, algunos comerciantes estuvieron atravesando por una mala situación y sería bueno que hicieran acto de presencia en señal de apoyo, así sabrán que no están desamparados.
-Por supuesto. Dime, ¿Qué sucedió?
-Un malhechor, princesa, saqueó varias tiendas, y se llevó un caballo.
-Claro que iremos, y enviaré a un grupo de guardias a rondar las calles, me encargaré de que encuentren al responsable -contribuyó Egan, sentándose en su lugar para tomar el desayuno.
-Pero si son mis futuros reyes. Sus majestades -dijo sarcásticamente para luego hacer una reverencia de mal gusto.
-Veo que sigues aquí, que... placer -contraataque escupiendo las palabras -pensé que ya te habías marchado y nos estabas honrando con tu ausencia.
-Lo lamento mucho Victoria, me temo que mi esposa y yo tendremos que permanecer bajo tu techo durante un tiempo más.
-En ese caso, no trates a tu princesa y superior de esa forma. Si te vas a quedar, comienza a dirigirte a ella debidamente. Respeta -la observación que le hizo Egan no le gustó en lo absoluto, el desagrado hacia nosotros era tan evidente y disfruté tanto ver como sus manos se cerraban en puños y su mandíbula se ponía tensa al intentar no decir cualquier estupidez que quisiera dejar salir de su boca.
-Lord Arthur, con todo respeto, el príncipe y su alteza la princesa tomaran su desayuno ahora y sé que les gustaría hacerlo de forma tranquila.
-Entiendo, Andrew, me estas echando. Con su permiso, majestades -dijo saliendo a paso apresurado.
Egan y yo nos miramos de pronto para luego soltar varias carcajadas, disfrutábamos mucho poner en su lugar al irrespetuoso de mi primo corroído por la envida y la avaricia, y esta vez, lo disfrutamos más al notar que tampoco es del agrado de Andrew.
-Te lo agradecemos mucho, ese tipo es insoportable -el mayordomo solo asintió, sonrió burlonamente y se retiró del lugar.
Luego del desayuno, acudí a mi habitación para preparar algunas cosas que llevaría al recorrido de la tarde cuando una de las características notas pasó por debajo de la puerta, pero esta tenía algo distinto a las anteriores.
''No bajes la guardia, mantente atenta siempre''
Cornu meridianam
Venía con remitente, aunque no era un nombre exactamente, estaba escrito en latín y su significado me dejó atónita, que estuviera en latín ya era extraño y no podía ser casualidad, pero que de remitente estuviera escrito ala sur, me dejaba mucho en que pensar.
No era casualidad, definitivamente no, esa persona sabía lo de la nota detrás de la pintura y también debía conocer el significado de esa incógnita, estaba claro que sabía lo que aquella frase escondía, por lo que, si no logro llegar al objetivo por mi propia cuenta, mi plan B sería encontrar al escritor de las cartas y sacar de él la verdad que no fui capaz de encontrar por mí misma.
¡Muchas gracias por leer!
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Reina Escarlata | EN PROCESO
Teen Fiction¿Cuánto crees que esté dispuesta a luchar una persona por algo que realmente desea? ¿Cuánto crees que logre aguantar alguien que está siendo lastimado de varias formas, solo por conservar lo que es suyo por legado? Una princesa que asciende al trono...