Capítulo 8

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"EMOCIONES QUE ASUSTAN"

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"EMOCIONES QUE ASUSTAN"

El dolor en la cabeza era insoportable, una punzada que cobraba fuerza cada vez más me hacía querer arrancarme la cabeza. Poco a poco la imagen frente a mí se fue haciendo menos borrosa y pude ver la expresión de preocupación en el rostro de mi madre, quien se acercó a mi tan rápido como pudo al ver que había despertado.
Una mano que no era la de ella se posó en mi frente y luego colocó un paño frío en ella.

- ¡Está muy frío!

-Hija, ¿Cómo estás? ¿Como te sientes? ¿Te duele algo más? ¿Qué necesitas?

-Tranquila mamá, estoy bien.

- ¡Gracia a Dios! Que susto nos diste.

-El susto me lo llevé yo al caer por las escaleras.

- ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Resbalaste? -preguntó él mientras alejaba el paño de mi piel. Su rostro me demostraba que aún seguía preocupado. Se acercó más a mí y me ayudó a sentarme.

-No resbale, alguien me empujó.

-Victoria, ¿estás segura de eso? -asentí rápidamente y al instante me arrepentí de haberlo hecho porque el dolor aumentó de forma brutal -Pero, hija, ¿quién querría lastimarte?

-No lo sé, pero lo sentí claramente.

- ¿A qué te refieres?

-Sentí las manos de alguien sobre mi espalda al momento de empujarme hacia el vacío.

-Egan, ¿tú viste algo?

-No, cuando llegué no había nadie, además de la princesa recibiendo varios golpes.

-Debemos investigar a fondo esto, alguien atentó contra tu vida, y voy a buscar respuestas.

Dejó un suave beso en mi cabeza y salió de la habitación a paso apresurado, seguido de ella entró una chica con una charola en sus manos, la cual puso sobre la cama y luego salió por la puerta.

-Come un poco de sopa, te ayudará a recuperar fuerza.

-No sé cómo pasó todo esto, yo solo estaba esperándote y de un momento a otro ya estaba rodando como pelota -dije ignorando su comentario.

-Debo admitir que me asusté mucho cuando te vi caer hasta llegar al final de la escalera, y me asusté aún más cuando me acerqué a ti y no reaccionaste.

No podía dejar de pensar en el responsable de aquel acto de violencia, ¿quién sería capaz de hacer algo así? De solo pensar que había alguien por ahí queriendo hacerme daño se me ponían los vellos de punta. Salí de mis pensamientos al sentir como el colchón se hundía a mi lado, Egan estaba junto a mí, llenando la cuchara con la sopa que para ser sincera no recordaba que habían traído.

-Abre la boca -dijo de forma dulce.

-Puedo comer sola, se cómo hacerlo -replique mientras atraía la bandeja hacia mi cuerpo.

Reina Escarlata | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora