"EL INFIERNO ES UN BUEN LUGAR"
Mucho escándalo, eso era lo que se escuchaba detrás de la puerta de mi habitación, pasos apresurados, murmullos que no pasaban desapercibidos y algunas que otras risas que no dejaban que continuara con mi lectura.
- ¿Qué sucede aquí? ¿Por qué hay tanto ruido? -pregunté asomándome por la puerta. Varias personas del personal que caminaban por el pasillo se detuvieron al escuchar mi voz.
-Lamentamos mucho si llegamos a molestarla, alteza.
-Aún no responden a mis preguntas.
-Nos encargamos de adecuar la habitación del príncipe Egan para que tenga una buena estancia en el castillo, tal como usted lo pidió.
-Solo no hagan tanto escándalo.
Entré nuevamente a mi habitación, me senté en el lugar de antes, tomé mi libro, lista para retomar mi lectura cuando las risas se escucharon aún más fuertes.
- ¿Acaso no entendieron lo que les dije? -pregunté enojada.
-Bella dama, buen día -saludó con una gran sonrisa, misma que me molestaba muchísimo, mientras su mano descansaba alrededor de la cintura de una chica a quien sinceramente no reconocía.
-Claro, como no lo imaginé antes. Es obvio que tenías que ser tú el anfitrión de tanto alboroto.
- ¿Por qué estás de mal humor? -se alejó de las chicas que lo rodeaban y se acercó a mi vacilante, como decidiendo que hacer conmigo.
- ¿Que sucede? -volvió a preguntar.
-Tú, eso sucede.
Cerré la puerta en su cara y regresé a donde estaba antes, con mi libro en manos, el cual no pude continuar leyendo porque el príncipe idiota entró sin avisar, irrumpiendo en mi espacio.
-Se que estás molesta por toda esta situación, y también sé que mi comportamiento de estos últimos días no ha sido el mejor.
- ¡Se supone que eres mi prometido! que vayas por el pueblo coqueteando con todas las doncellas que pasan frente a ti no está nada bien y solo provocas que la gente comience a especular, a hacer comentarios negativos hacia mí y mi reinado.
- ¡Vaya! Si que estás molesta. ¿Qué es lo que dicen?
-Lo más importante, que si no puedo con mi futuro esposo, menos podré manejar al reino. Necesito que el pueblo me quiera, no que hagan comentarios en mi contra. ¡Qué aún no estemos casados no te da derecho a ir por ahí buscando mujeres! ¡Idiota! La alianza está hecha, respétala o harás que las personas comiencen a dudar de mí y de mi capacidad para gobernar.
-Victoria, lo lamento, no volverá a ocurrir.
No sé qué fue lo que me sucedió, pero la sangre dentro de mi comenzó a arder intensamente y las ganas enormes de estampar mi puño contra su cara aparecieron de inmediato. Y volver a escuchar un lo lamento salir de su boca hizo que chispas salieran de mis oídos, me dejé llevar por el enojo y con mi libro comencé a golpear su cuerpo.
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Reina Escarlata | EN PROCESO
Teen Fiction¿Cuánto crees que esté dispuesta a luchar una persona por algo que realmente desea? ¿Cuánto crees que logre aguantar alguien que está siendo lastimado de varias formas, solo por conservar lo que es suyo por legado? Una princesa que asciende al trono...