Capítulo 18

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"LA PINTURA, LA NOTA Y EL LATÍN"

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"LA PINTURA, LA NOTA Y EL LATÍN"

-Ahora todo el reino está a sus pies -una mirada confundida bastó para que él decidiera explicar su comentario.

-Alteza, ha causado una respetable impresión, su acto de valentía, su carácter y fuerza a generado gran estima y aceptación hacia usted. Con todo respeto mi futura reina, me atrevo a decir que los habitantes de Garmenthia no estaban contentos con su ascenso al trono, no confiaban en usted y en su capacidad para liderar, la consideraban débil y no digna de un cargo tan grande como lo es el trono, no obstante, hoy ha demostrado que está dispuesta a todo por proteger a su pueblo. Algo tan espontaneo ha demostrado sus intenciones para con ellos, la aceptan.

Las palabras de Andrew resultaron ciertas, y con el pasar de los días me fue posible constatarlo por mí misma; los abucheos cesaron rápido, las miradas descorteces acabaron por convertirse en nada, el comportamiento de las personas, desde el más grande hasta el más chico era totalmente comedido, y hasta recibí obsequios como símbolo de aceptación y agradecimiento.

Poco a poco las cosas parecían mejorar y tomar un encaminado curso en la historia, y me sentí aliviada por ello, los contratiempos se estaban resolviendo de apoco y después de ver la problemática desde una perspectiva mucho más positiva, comprendí que la situación no es tan complicada como lo contemplaba en un principio.

- ¿Cómo va tu día? no he recibido malas noticas por lo que deduzco que, sin incidentes, ¿es así?

-Es así, todo ha estado tranquilo. ¿Y el tuyo?

-Bueno, ya sabes, las asambleas del consejo son agotadoras, he pasado toda la mañana evitando dormir sobre los documentos y demás papeles que tenía frente a mi -dijo, por último, soltando una carcajada contagiosa.

-Gajes de ser el responsable y encargado de la guardia real y futuro rey.

-Vale la pena si te tengo a mi lado.

-Realmente tu esencia no es lo que aparentas -dije recordando nuestro desagradable primer encuentro y su espantosa actitud. Una cálida sonrisa apareció en su rostro, misma que pronto desapareció entre mis labios, fundida en un cálido beso y forjada en miles de sensaciones dentro de mi pecho.

-Me gustaría quedarme así por el resto del día. Lastimosamente debo irme o llegaré tarde.

- ¿A dónde debes acudir tan de prisa?

-Querida mía, los deberes nuca acaban -comentó dejando un delicado beso en mi frente -tengo una reunión con el pelotón y el jefe de la guardia me está esperando, te veo luego.

Caminó rápidamente y sin esfuerzo que en pocos segundos desapareció por el pasillo. Luego de aquel día, el trabajo tanto para él como para mi aumentó, claro está que defendimos con éxito al reino, y con ello vino una serie de responsabilidades que nunca imaginamos tener, no antes de ser reyes; el consejo esta tan contento con nuestro acto de defensa y de cómo Egan organizó al ejercito que ahora está asignado como líder principal de toda la guardia real, en donde también están incluidos los guardias de su reino, resulta que seguirán a nuestra disposición por tiempo indefinido, y yo, como cabeza principal de aquel contrataque, debo resolver dudas y dar declaraciones a mi reino y todos los que soliciten una explicación de porqué y como sucedió, lo que me ayuda a realzar mi imagen no solo en Garmenthia, sino también en lo que hay más allá de mis tierras, las personas deben saber que mi reino no es débil y que cuenta con una gobernante que lo defiende a toda costa, tienen que saber que no soy solo una niñita boba y definitivamente necesitan saber que tengo poder y se cómo usarlo.

-Alteza -saludó con una reverencia para luego abrir la puerta de la biblioteca para mí.

Después de tantos días entre multitudes y reyes que me juzgan con solo ver mi rostro y estatura, sin antes escuchar lo que tengo para decir, al fin había llegado mi momento de tranquilidad y silencio, era hora de que reinara la paz.

<< ¡vaya! >> -pensé- << ¡como he extrañado este lugar! >>

Busqué el libro que había dejado inconcluso hace algunas semanas y caminé hasta el ala sur de la biblioteca, lado que no acostumbraba a visitar porque su ambiente y aspecto eran un poco fúnebres, no había la misma luz que en el lado contrario y esa chispa de magia se encontraba evaporada desde que recuerdo, sin embargo, era el lugar favorito de mi padre, incluso había una gran pintura de mi rostro inocente de hace quince años colgada en el medio de la sala, justo frente al sillón de terciopelo azul donde el rey solía pasar gran parte de su tiempo.

De repente, la sensación de vacío y el anhelo de sentirme cerca de él me hizo tomar la decisión de ocupar su lugar en aquél horrible sillón desgastado, por lo que no esperé más y retomé mi lectura tranquilamente, pero fue grande mi decepción cuando tuve que dejar el libro a un lado ya que la concentración no llegaba a mí, algo andaba mal y podía sentirlo, era inquietante.

Esa pintura, era tan espeluznante, recuerdo que, en ese entonces, no me gustaba permanecer quieta por todo el tiempo que duraba hacer el retrato, y peor aún, mis amigas estaban de visita en el castillo y yo quería ir con ellas, padre no me lo permitió y comencé a llorar de enojo, por eso aquel retrato tenía una mirada y semblante frío y poco delicado.

Mi cuerpo no pudo permanecer en el lugar en el que se encontraba y mis piernas me llevaron hasta ella, mis dedos recorrieron el marco de oro reluciente y luego pasaron al lienzo que había sido tapado por los muchos colores que habían sido utilizados. Mi alucinación con aquella imagen me llevó a desprenderla de la pared con la intención de llevarla al sillón para observarla mejor y sin reparo algo inusual sucedió, un papel que se mostraba muy desgastado resaltaba en el piso de madera oscura, era tan extraño e intrigante que no dudé en cogerlo entre mis manos y leer su contenido.

Sin duda alguna era la letra de mi padre, tan pequeña y casi inentendible hasta que pude descifrar lo que decía:

''Filii regem''

La frase estaba escrita en latín, lengua que no era mi especialidad precisamente pero que pude comprender luego de unos segundos, y aun así no lograba asimilar porque aquel papel se encontraba escondido detrás de una pintura en un lugar que casi nadie quería visitar, es más, ninguna persona ponía un pie en el a excepción del rey en sus tiempos, ahora, ya nadie lo frecuenta. La situación era extraña y confusa, no tenía sentido ni lo que decía en el papel y menos lo tenía que estuviera oculto en aquel lugar.

<<Tal vez no estaba escondido, solo se quedó ahí por accidente>>

Fue lo que llegó a mi mente, y podía ser cierto, tal vez solo era una casualidad, sin embargo, confiaba firmemente en que nada en esta vida era simple casualidad, ese papel estaba ahí por alguna razón que yo descubriría, no estaba dispuesta a quedarme de brazos cruzados mientras las piezas no encajaban en este rompecabezas creado por mi padre y sus jueguitos de seguir las pistas hasta encontrar el regalo, había crecido con él junto con sus juegos mentales y sus pistas para llegar al objetivo, siempre existía algo que había que encontrar o algún acertijo que debía resolver, así que esta vez, aunque él ya no esté, llegaré a mi premio y a la satisfacción de haberle ganado aun no estando presente él para que me diera cierta ayuda cuando rendirme era mi única opción.

<<De acuerdo padre, que comience el juego>>

~♡~


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Reina Escarlata | EN PROCESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora