"DOLOR Y FURIA, JUNTOS, EXPLOTAN"
Un viaje tranquilo en barco, surcando el mar y atravesando horizontes, luego la calma se desvanece y una gran tormenta llena de furia arrasa con todo, creando caos y desesperación, envolviendo al navío y a las personas a bordo en un remolino de problemas, angustia y miedo. la corriente es poderosa, los truenos muy fuertes y los relámpagos temerarios. Nada se puede hacer más que esperar a que la avasalladora tormenta cese y que la tranquilidad regrese, solo esperar a la salvación o en el peor de los casos, la muerte ocasionada por un hundimiento total.
Justo así era como me sentía, como un navío en medio de una terrible tormenta que podría acabar con todo en cualquier momento. Sin embargo, yo no podía esperar a que la tormenta pasara, tampoco podía sentarme a ver como todo a mi alrededor se derrumbaba poco a poco, al contrario de aquella horrorosa situación creada en mi mente, yo si contaba con más alternativas que solo esperar, podía buscar respuestas y tratar de encontrar una solución.
- ¿Qué harás hoy? -pregunté evitando su mirada.
-Programé tres horas de entrenamiento con otro grupo de soldados, no puedo permitir que el reino permanezca expuesto, por eso los dividí en grupos y hoy me toca con el tercero.
-De acuerdo... -su rostro se clavó en el mío y sus ojos se entrecerraron, mirándome interrogante.
- ¿Y tú? -preguntó con clara sospecha.
-Bueno... pasaré la tarde con mi madre, ya sabes, está emocionada con los preparativos de la coronación y todo lo relacionado a ello.
-Voy a fingir que no acabo de ver en tus ojos que mientes.
-No miento, te lo aseguro.
-Claro que lo haces. Sea lo que sea que vayas a hacer, por favor, no te metas en problemas. Aléjate de escaleras, torres, caballos envenenados o lo que sea que puedan utilizar para dañarte, y amor, te lo suplico, no te separes de tus guardias.
-Egan, no soy una niña pequeña, no necesitas darme indicaciones de autocuidado -una sonrisa tierna se asomó en sus labios y se acercó a mi lo suficiente para tomar mis manos entre las suyas.
-Promete que no te alejaras de ellos.
-De acuerdo, lo prometo -dije al fin, derrotada.
Una gran sonrisa fue su respuesta, acarició mi rostro con ternura, acomodando mi cabello para luego besar lenta y delicadamente mis labios. Dejó un beso en mi frente a modo de despedida y salió de la habitación.
Un suspiro involuntario abandonó mi boca y fui a recoger el vestuario que necesitaría para mi misión del día. A pesar de haber prometido no meterme en problemas y estar siempre cerca de mis guardias, no estaba en mis planes cumplirlo, era muy probable que en alguno de los lugares que visitaría, alguien reconociera mi cara y se animara a delatarme. Tampoco puedo ir con mis guardias porque no me dejarían ni pisar la calle sabiendo cuales serían mis destinos, por lo tanto, lamentando mucho mentirle a Egan, o más bien sin lamentar absolutamente nada, llevaría a cabo mi objetivo.
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Reina Escarlata | EN PROCESO
Teen Fiction¿Cuánto crees que esté dispuesta a luchar una persona por algo que realmente desea? ¿Cuánto crees que logre aguantar alguien que está siendo lastimado de varias formas, solo por conservar lo que es suyo por legado? Una princesa que asciende al trono...