"LAS ROCAS CAEN DEL CIELO"
La nota era clara y directa. En ese papel estaba escrito lo que podía suceder y sucedió. El presagio se cumplió, y por aquella razón varias personas corrían a mi alrededor alarmadas y preocupadas mientras otras se aseguraban de que yo estuviera bien y la verdad no sabía si lo estaba, solo podía pensar en lo sucedido, mi vista estaba fija en la nada mientras en mi cabeza rondaban las imágenes de aquella roca cayendo súbitamente en mi dirección con la clara intención de lastimarme o incluso peor, matarme.
-Alteza, ¿se encuentra bien? ¿Está herida? -su rostro frente a mí me decía que ansiaba una respuesta, pero no podía emitir un sonido, no podía responder, de hecho, no podía hacer nada. La perplejidad del asunto mantenía mi mente ocupada y las ganas de llorar a raya.
-Victoria, responde por favor, ¿te duele algo? Mírame, ¿te encuentras bien? -preguntó con la desesperación brotando por todos sus poros y al no recibir respuesta se puso de pie rápidamente -está en shock, llévenla adentro -ordenó con tono duro.
Andrew me tomó del brazo para ayudarme a ponerme de pie y me guió hasta mi habitación, donde me hizo sentar en el sofá y siguió haciendo preguntas a las cuales simplemente no respondí. De inmediato mi mamá entró por la puerta alarmada y con lágrimas en los ojos, cuando me vio se abalanzó sobre mí y me encerró en sus brazos.
- ¡Tráiganle un té, agua, algo! -Andrew asintió y salió de la habitación casi corriendo al instante en que Egan hacía acto de presencia.
- ¿Cómo se encuentra?
-No lo sé, no ha dicho una sola palabra, no gesticula nada ni da indicios de su estado, no tengo conocimiento de si se encuentra bien o lo contrario.
-Victoria, ¿me escuchas? -asentí lentamente mientras mis ojos iban constantemente de él a mi madre y luego de mi madre hacia él.
-Egan, ¡estás sangrando! debe revisarte un médico -dijo ella alarmada.
Minutos después Andrew había regresado con el médico y con una bandeja en sus manos, me tendió una pequeña taza la cual agarré y comencé a beber su contenido mientras sentía que regresaba a la realidad de apoco. Aquel hombre de edad avanzada, con anteojos y un maletín lleno de hierbas y quien sabe cuántas cosas más, curó las heridas que protagonizaban en su frente y todo su rostro en realidad, causadas por la brusca caída para luego revisarme a mí.
-La princesa está bien, no hay indicios de algún golpe o herida mayor, solo algunos rasguños poco profundos causados por la forma en que cayó sobre los arbustos y sus espinas. Pronto comenzara a asimilar lo ocurrido y recuperara el sentido -luego de hablar unos segundos más con mi madre se retiró junto con Andrew y algunas chicas del personal que se encontraban junto a nosotros.
- ¿Cómo fue que sucedió? -preguntó la rubia un poco más calmada.
-Estábamos hablando en el jardín tranquilamente, pero alguien solicitó mi presencia en la sala de reuniones, por lo que me despedí de Victoria y caminé hasta el castillo...
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Reina Escarlata | EN PROCESO
Novela Juvenil¿Cuánto crees que esté dispuesta a luchar una persona por algo que realmente desea? ¿Cuánto crees que logre aguantar alguien que está siendo lastimado de varias formas, solo por conservar lo que es suyo por legado? Una princesa que asciende al trono...