¿Este bebé es tuyo? | Bucky Barnes

Capítulo 36

CAPÍTULO 36

Camino furioso por las calles de Queen Mary intentando llegar a mi coche e irme bien a la mierda para no ver ni a Sam ni a Serena quienes vienen detrás de mí, hablando como si no hubiera un mañana, intentando explicar lo inexplicable.

Un par de veces, Serena me ha alcanzado, pero zarandeo mi brazo para que no me toque. Estoy malditamente furioso, rodeado de traidores que no les ha importado mentirme todo este tiempo.

Diablos, Sam ha sido mi amigo desde que éramos pequeños y Serena es la chica que dice quererme incondicionalmente, pero, aun así, ambos me han visto la cara de idiota todos estos meses.

—¡Bucky, por favor, espera!

—¡¿Espera qué?!— me detengo abruptamente y me giro para encarar a ambos —¿Qué quieres que espere, Serena? ¿Quieres que siga esperando para que me vuelvan a mentir en mi propia cara?

—No digas eso, por favor...— me pide en un susurro roto. Me obligo a no caer en su manipulación de chica lastimada y miro hacia arriba, encontrándome con Sam —Y tú ¿también quieres que espere para que te vuelvas a reír de mí?

Sam niega —Por favor, déjame explicarte, Las cosas no sucedieron como te las estás imaginando, Bucky.

—Bueno, pues habla.

—Este no es el lugar correcto. ¿Podemos ir a mi casa? Allí estaremos solos y podremos conversar. Y si quieres matarme, podrás hacerlo también porque no habrá nadie que te detenga.

Chupo los labios dentro de mi boca y asiento. No por él sino por mí, porque me merezco una explicación.

—Iré en mi coche. Nos vemos allá— le digo. Vuelvo a mirar a Serena —. y con respecto a ti, no creas que vas a salir sin darme una explicación. tenemos mucho de qué hablar.

—Lo sé.

La miro dolido por última vez y cruzo la calle luego de asegurarme que no viene ningún coche, desactivo la alarma y me subo a mi auto cerrando la puerta con fuerza porque es la única manera que tengo en estos momentos de liberar un poco la rabia que inunda mi interior.

Enciendo el motor y cuando veo el coche de Sam pasa, comienzo a conducir detrás de él.

°°°

—¿Quieres algo de beber?

—¿Podrías dejar de jugar al idiota amable y explicarme de una buena vez las cosas?

Ambos estamos en la sala de Sam y después de un par de minutos, es lo único que él ha dicho. Quizás estoy actuando de forma incorrecta, pero Sam no se merece que sienta una pizca de remordimiento porque se ha comportado como un completo patán.

—Sí, lo lamento. Toma asiento, por favor.

—No me digas qué hacer.

Él suspira y se sienta. Frota sus manos y luego su rostro mientras los segundos transcurren. Muerdo mi lengua para no lanzarle más mierda a Sam y me siento lo más alejado posible, repudiándolo.

—Conocí a Lily hace más de dos años— comienza Sam, mirando directamente a sus manos —. Estábamos de vacaciones y ella había venido con su hermana a resolver algunos problemas legales. Se iban a quedar en la ciudad cinco días así que yo no descansé hasta que ella aceptó salir conmigo.

—Esa noche, fuimos a un bar y bebimos más de la cuenta. Tuvimos sexo, no usé protección, ella tampoco se cuidaba así que terminó embarazada. no la volví a ver hasta después de un año, cuando volvió a la ciudad sólo para decirme que había tenido un hijo mío. Obviamente, no le creí porque, vamos, ella se acostó conmigo sin conocerme y perfectamente lo podría haber hecho con cualquier otro. Lily se indignó mucho y se fue. Yo creí que ella lo había dejado, pero no fue así. Ella volvió luego de un par de meses y me dejó a su hijo en la puerta de la casa. Yo no sabía qué mierda hacer porque mis padres iban a llegar ese fin de semana y si papá se enteraba de que yo había dejado embarazada a una chica me golpearía hasta matarme. Por eso, hice lo que hice.