55. Correr no es para Haven

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—¿Y tú de cuando vienes a estas cosas? —preguntó Deana mientras yo terminaba de subirme al auto.

—Desde hoy —finalicé.

—¿Quien iba a decir que Haven Bentley iba a gasta su valioso tiempo en ver un entrenamiento para un partido de un deporte que no entiende?

Miré con mala cara a Terrence que sonreía con burla mientras echaba a andar su auto. Esas palabras las dije una vez que Deana quería que fuese con ella para ver a Fred.

Al final terminé acompañándola igual, pero de mala gana.

—No voy a gastar mi valioso tiempo en ver el entrenamiento para un partido de un deporte que no entiendo. Voy a invertir mi valioso tiempo en ver a Jools entrenar para un partido de un deporte que no entiendo.

—Mucha diferencia, claro.

—Eso me lo esperaba mucho menos —dijo Teal y se asomó por entre los asientos de conductor y copiloto—. ¿Alguna vez pensaste que ibas a estar con el idiota de Jools Lindsie?

Claramente lo hacía para molestarme. Hundí el entrecejo y volteé a ella para responder.

—¿Algún vez pensaste que ibas a compartir novia con Deven?

—Vaya, que buena respuesta —Braidy rió entre dientes e hizo que Teal se acomodara en el asiento, enfurruñada.

—¿Y qué fue de ustedes dos ayer? —preguntó Terrence.

Enseguida noté que todas hacían su cabello hacia atrás para dejar la oreja al descubierto y escuchar todo.

—Fue bien —no pude evitar que una sonrisa se desplegara por mi rostro.

—¿Le gustó el mapa? —Deana fue la que estaba conmigo cuando lo compré. Ella me preguntaba cada dos por tres si estaba segura de regalarle eso y yo insistía en que era perfecto.

—Te dije que ese era el regalo que el destino tenía preparado para él.

Terrence arrugó el rostro.

—¿Le diste un mapa? ¿En serio? Menos mal que no me diste más ideas para el regalo de Fanie —me miró de reojo—. ¿Él te dio algo?

Asentí, mirando por la ventanilla.

—¿Y qué te dio?

Sonreí y los miré.

—Un atrapa sueños.

Todos tenían el ceño fruncido.

—Ustedes dos son pésimos obsequiando cosas —Dijo Teal con los labios fruncidos.

Yo rodé los ojos.

—Son simbólicos —me limité a decir.

Era verdad. De alguna forma ambos estaban hechos con la intención de que cumpliésemos nuestras metas.

Ellas comenzaron también a cuchichear sobre cómo les fue en su día de enamorados. Teal contó como Braidy y Deven discutieron todo el tiempo por la cena mientras ella hacía que la hoguera de desacuerdo creciera.

Fred y Deana, por otro lado estuvieron tranquilos haciendo un picnic en un lugar secreto y especial.

Y Terrence y Fanie salieron a cenar.

Aunque todos tenían algo en común. Y, al parecer fui la única que lamentablemente no tuvo su follada romántica.

—Estamos yendo despa- ¡¿Pero por qué doblas?! —pregunté cuando Terrence tomaba otra ruta en vez de ir al gimnasio de la escuela.

A+ y tú menosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora