Capítulo 25. Corazón en mano

1.6K 100 1
                                    

Marian's POV

Decidí regresar al hotel antes de que terminara el día en el paddock porque había muchos pensamientos en mi cabeza y demasiadas emociones en un sólo día, las cosas no habían salido como esperaba. 

***Flashback***

Me encontraba mensajeando con Karen cuando escuché dos voces acercándose a mi

- Hola - dijo un chico de ojos azules

- Hola - le devolví la sonrisa, se miraron entre ellos confundidos

- Soy Pierre Gasly y él es George Russel - dijo el otro chico

- Mucho gusto, yo soy Marian

- Nunca te habíamos visto por aquí - dijo Russel

- Es porque nunca había estado aquí - dije sincera - Ustedes son pilotos, ¿no? - ellos asintieron con la cabeza - Debí reconocerlos pero la verdad es que no sé mucho acerca de este deporte - me sentí apenada 

- No pasa nada, lo importante es que estás aquí - dijo Pierre con una sonrisa coqueta

- Nunca es tarde para enamorarse de la Fórmula 1 - Russel parecía el más tímido de los dos 

A los segundos Russel se percató de que Carlos se acercaba así que lo llamó. Como siempre, me emocionaba verlo pero esta vez lo noté algo extraño

- ¡Sainz! ¿Ya conoces a Marian? 

- Ya, ya la conocía - fue lo único que dijo mientras miraba hacia otro lado. Mi corazón se rompió un poco. No había negado que nos conocíamos pero lo había dicho como si yo fuera cualquier persona. ¿Qué cambió de hace unas horas a este momento?

Gasly me invitó a acompañarlos a comer y como Carlos ni siquiera pareció importarle decidí aceptar, lo demás ya es historia.

***Fin del flashback***

Intenté esperar a Carlos despierta pero me sentía agotada, no sólo físicamente sino mentalmente, han sido muchos cambios en muy poco tiempo y me empezaba a entrar la inseguridad de si realmente estaba haciendo lo correcto.

Me encontraba dormida cuando sentí besos en mi mejilla, abrí los ojos un poco y noté que aún era de noche, no sabía ni en que día estábamos pero me tranquilizaba saber que Carlos estaba ahí.

- Perdona que te despierte - dijo entre besos - ¿Irás al circuito mañana? - negué con la cabeza sin pensarlo y me acurruqué en su pecho - Está bien, lo entiendo - asentí sin decir ni una palabra - Descansa preciosa, nos veremos mañana - fue lo último que escuché antes de volver a quedarme dormida.

(...)

Al despertar ya sabía que me esperaba una cama vacía así que me giré y encontré una nota en la mesita de noche.

"Iremos a cenar esta noche, ponte guapa.
  Bueno, más guapa de lo que eres todos los días, si es que eso es posible.
  Sé que me acompañas en el circuito aunque no estés presente."

La última frase me hizo sentir mal conmigo misma, pero creo que era bueno tomarme un momento para pensar y Carlos tenía que concentrarse así que tal vez no era tan malo haberme quedado en el hotel.

Me levanté al baño y en el lavabo encontré otra nota.

"Te reservé un día en el spa del hotel, disfrútalo muñeca. Lo mereces todo."

Nunca había estado en un spa así que me apure a arreglarme para bajar a desayunar y pasar un día relajada y consentida.

(...)

Me encontraba haciéndome el cabello cuando escuché que Carlos llegó a la habitación. Esperé a que dijera algo pero lo vi parado en la puerta del baño observándome.

- No pensé que pudieras verte más guapa de lo normal - al escuchar esto no pude evitar sonreír

- Nunca subestimes los poderes de una mujer - dije segura de mi misma

- Nunca lo he hecho, mis hermanas y mi madre me lo han dejado muy claro - se acercó para abrazarme por la cintura - Sé que te amarán - ambos nos mirábamos en el espejo, yo sólo me limité a sonreír. ¿Está pensando en presentarme a su familia?  

Nos apresuramos a estar listos y salimos, ya era algo tarde así que no había mucha gente al rededor. Carlos manejó hacia el restaurante y no sé como no noté antes lo increíblemente sexy que se veía manejando, irónico ¿no? Seguí observándolo y no sé si eran mis hormonas que se encontraban alborotadas porque ya casi me llegaría el periodo pero comencé a excitarme de sólo verlo. Coloqué mi mano muy cerca de su entrepierna, cosa que él no se esperaba.

- Oye oye, el postre es para después de la cena - dijo riendo, yo reí también y retiré mi mano

Llegamos al lugar donde ya nos esperaba una mesa lista. Comimos delicioso y mientras estábamos en el postre noté que Carlos se empezó a poner nervioso.

- ¿Todo bien? - dije con la cuchara en mi boca

- Hay algo de lo que debemos hablar - dijo mirando sus manos. Supuse que era acerca de lo que había pasado en el circuito el día anterior pero no pude evitar ponerme nerviosa como él

- Lo sé - suspiré, estaba por comenzar a hablar cuando me interrumpió

- Permíteme comenzar - yo sólo asentí - Marian - tomó mi mano - Recuerdo perfectamente el momento en que te miré por primera vez, llegabas a la mesa con esa sonrisa nerviosa que tienes cuando no entiendes que pasa, así como en este momento - reí - Minutos después ya estabas cantando a todo pulmón como si nada a tu alrededor existiera, pero aún así podía notar que te daba vergüenza - reí al recordar esa noche en Cancún - Lo que pasó después fue culpa del destino, bueno, yo le ayudé un poco buscándote en Instagram pero digamos que todo estaba destinado a ser - ambos reímos - El punto es que desde esa noche no he dejado de pensarte, te has vuelto parte de mis pensamientos cuando despierto o antes de dormir y el hecho de que estés aquí conmigo me hace el hombre más feliz. Te encontré cuando no buscaba nada ni a nadie, pensé que lo tenía todo en mi vida hasta que empezaste a formar parte de mi día a día y aunque estoy consciente de que nos falta mucho por conocernos, no puedo esperar a que el mundo entero sepa que estoy con la mujer más inteligente, sexy y hermosa por dentro y por fuera que ha existido alguna vez - en este momento yo ya me encontraba al borde de las lágrimas - Tengo que confesarte algo, a veces cuando te duermes temprano, yo me quedo pensando en ti, en cada uno de los besos que me diste ese día, en la forma en que me miraste y me duermo sabiendo que la vida es maravillosa y que lo nuestro a penas comienza - hizo una pequeña pausa - Es por eso que quiero preguntarte si puedo ser tu novio... - cubrí mi boca con mis manos y sólo pude asentir con la cabeza. Ambos nos levantamos de nuestros asientos para fundirnos en un tierno beso, la gente al rededor comenzaba a mirar pero fue lo que menos importaba en ese momento.

- No creía que fuera posible querer de nuevo, que le agradecería al destino por esto. No creía que fuera posible volver a confiar, entregarme sin miedo, pero desde que estoy aquí no has dejado de demostrarme que el amor mejora la vida porque creo en ti y en lo nuestro, con los ojos cerrados y el corazón en la mano - dije mientras tomaba su hermosa carita entre mis manos. De repente todas las dudas que habían pasado en mi cabeza estos días se esfumaron, todo va a estar bien.

- Quiero pedirte perdón de nuevo por mi actitud de ayer - dijo tomando mis manos - No puedo esperar para que todos vean que este mujerón es mío - yo sólo reí - ¿Me acompañas mañana al circuito? - sabía que para él era importante que estuviera ahí asi que asentí. La verdad es que yo tampoco podía esperar para comenzar a compartir nuestros días sin escondernos de nadie

"En esta vida he querido ser muchas cosas, nunca quise tanto algo como aquello de ser el amor de tu vida..." - Roxana Ramos

Cuando te encontré...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora